Para quienes no estén familiarizados con este icono de la literatura norteamericana, "En el camino" (On the Road) es una novela escrita por Jack Kerouac, basada en los viajes que el propio Kerouac y sus amigos hicieron por los Estados Unidos y México entre 1947 y 1950 y publicada por primera vez en 1957. La novela está escrita como un monólogo interior que contribuyó a la mitificación de la ruta 66 y que fue considerado la obra definitiva de la generación beat. Recibiendo su inspiración del jazz, la poesía y las drogas, "On the road" fue, es y será, uno de los clásicos más influyentes del siglo XX, reeditándose hoy día a un ritmo de 100.000 copias anuales y siendo considerado por la revista Time como una de las cien mejores novelas en inglés editadas desde el nacimiento de la revista.
Razones más que suficientes para que Kerouac sea definido como el nuevo Charlie Parker y para que la esperada adpatación de Walter Salles por fin se haya estrenado en sección oficial de Cannes, aunque no exenta de sorpresas. La primera es que por más que supusieramos en un principio que se rodaría en blanco y negro, finalmente se han pasado al color. Sorpresa mayuscula al tratarse de una época en la que auténticos músicos de culto de la talla de John Cage, Harry Partch, y Harry Parker se dieron a conocer y que no parecía que pudiera ser retratada de otra forma más que en b&w. Pero no, finalmente se decantan por la opción más comercial. La segunda lo anunciaba allá por el mes de julio The Playlist, ya que Walter Salles y Garrett Hedlund, realizaron dos semanas más de rodaje en secreto en abril del pasado año, no sabemos si para poner parches o para añadir masa a última hora. En fin, imprevistos que, sin embargo, no nos mermaban un ápice de la confianza que tenemos depositada en esta posible futura joya de culto.
¿De qué va?
El narrador es Sal Paradise, álter ego de Kerouac, fascinado por su ecléctico grupo de amigos, por el jazz, por los paisajes de Norteamérica y por las mujeres. Sal define a Dean como el estafador santo de mente brillante y a Carlo como el estafador poético y doloroso de mente oscura. Carlo y Dean hablan de sus experiencias con sus amigos por todo el país y Sal se queda fascinado con ellos y con otros que irá conociendo más tarde en sus viajes.
¿Quién está detrás?
Hablamos de un icono, una novela, un monólogo, una ruta, un ritmo que, el brasileño Walter Sallesha tratado de adaptar a la gran pantalla. Un cineasta que se caracteriza por recurrir a temas como el exilio y la búsqueda de identidad en sus películas y que colecciona nominaciones y premios en el circuito festivalero con títulos como "Estación Central de Brasil" o "Diarios de Motocicleta".
¿Quién sale?
Garrett Hedlund ("Sentencia de muerte"), Sam Riley ("Control") y una sugerente terna de secundarios encabezada por Kristen Stewart, Viggo Mortensen, Amy Adams, Kirsten Dunst y Steve Buscemi.
¿Qué es?
Una de las adaptaciones literarias más esperadas en la gran pantalla de los últimos tiempos.
¿Qué ofrece?
Pasa habitualmente, gusta allí, decepciona aquí. Abrimos fuego con la prensa internacional:
Drew McWeeny reivindica el enfoque propuesto por Walter Salles en HitFix: "La adaptación de "On The Road" podría no significar más que una tarea de casa, artesana, pero Salles logra dejar a un lado la reputación de la novel y tratando simplemente de retratar con la misma voz honesta y directa que ha provocado que el libro seaa toda una referencia Cuando la ves en pantalla, sin el atronador poder del lenguaje metanfetamínico de Kerouac, parece que podríamos estar ante una adaptación menor, pero Salles no puede ser culpado por la forma en que se acerca a la novela El corazón late de forma sincera y fiel en "On The Road" para proponerte un viaje que nadie se debería perder".
Al igual que Todd McCarthy en The Hollywood Reporter: "Una bella y respetuosa adaptación de la novela que intermitentemente despega de la tierra para tocar el cielo. Es una vibrantemente visualizada película sobre la contracultura americana".
O Kevin Jagernauth en The Playlist: "On the Road" llega a la pantalla de forma tan lustrosa y brillante como pintoresca y episódica, llena de pasión la juventud, pero con la amenazante estela de un oscuro futuro que asoma" .
Finalmente, Justin Chang aclara en Variety que "On the Road" pro fin llega a la gran pantalla de forma gratificante pero no con un final exactamente triunfante en esta poderoso complemtento visual para el Beat Generation de Jason Kerouac, que al igual que la novela, aspira a obtenr una misma resonancia en el corazón de todos aquellos que la vean".
En cuánto a la prensa internacional, unanimidad y jarabe de palo:
Carlos Boyero El País "No ha sabido trasladar el espíritu, el latido, la poesía, el vértigo que contiene esa novela excepcional. Que la ambientación, la atmósfera, la multitud de localizaciones, la época y la música estén muy cuidadas no sirve para atrapar el alma de esa compleja gente, para que te impliques en sus complicadas relaciones afectivas, en su hambre de vida. Está bien ilustrada pero le falta lo principal. Tampoco me sugieren nada especial los actores principales".
Salvador Llopart La Vanguardia"El filme no consigue atrapar la excitación del momento, y deviene un largo deambular en el que los personajes no cambian, o cambian a trompicones, donde el ellos no tienen ningún interés personal más que drogarse y, un poco, sin abusar, practicar sexo en todas las combinaciones posibles. Un filme, este de Salles, más mistificador y acrítico que iluminador de una época y un tiempo que no volverá…".
Luis Martínez El Mundo "Lo peor no es la falta absoluta de intención, ni el coma narrativo de la película, ni la impericia de algunos actores que confunden actuar con alborotarse, ni, puestos a hacer daño, las dos horas largas de nada. Todos estos elementos, bien tratados, pueden dar para un bonito tratado existencial sobre el vacío. No, lo peor, como casi siempre, es lo más malo. (...) La intención declarada de cada línea del texto original es levantar acta precisamente de lo inútil del propio esfuerzo de escribir (de vivir, tal vez); un tremendo trabajo para demostrar que nada tiene sentido. Todo ello, con la desesperada intención de iluminar el agujero negro, y por definición sin luz, que es eso que el cansancio ha llamado vida".
Sergi Sánchez La Razón "La generación «beat» se queda sin gasolina. (...) Era tan fácil tropezar con el rosario de clichés al adaptar «En el camino» que Walter Salles no ha podido evitar caer en la tentación. No se ha dado cuenta de que la única manera de acercarse a la novela de Jack Kerouac en el siglo XXI consistía en buscar los rasgos de modernidad de la generación «beat», en intentar entender, desde un punto de vista estético, en cuál era el peculiar ritmo de su prosa. Por el contrario, Salles ha filmado a los «beatnicks» como si no hubieran transcurrido cinco décadas desde la publicación de «En el camino», fascinado por la presunta intensidad de sus pasiones, y captándola desde una literalidad un tanto naif, como si cambiar un punto o una coma de la novela fuera una traición a su espíritu de transgresión".
Manu Yáñez Fotogramas "El brasileño Walter Salles nos recuerda que la relación entre cine y literatura es una cuestión tanto de fondo como de forma. Y lo hace para mal, olvidando la forma. Su monótona y expeditiva adaptación de la novela de Jack Kerouac se aferra a los hechos, pero se desentiende del frenesí rítmico y del lirismo atropellado de la Biblia de la Generación Beat".
E. Rodríguez Marchante ABC: Decepción (...) Todos aquellos tipos geniales, Kerouak, Cassady-Moriarty, Gingsberg, Burroughs (...) no dejan en la pantalla más que el retrato de una pandilla de tontos del haba, porque la imagen los banaliza.