[Ricardo Anthés] @ziggysiete
Ya eran la cuatro de la madrugada y todavía estábamos ahí esperando que salieran a tocar. Una de las bandas que sin duda marcaría el camino del rock en español para siempre, influenciando con su música a miles de personas que como yo y todos los panas que nos encontrábamos en el Cine Móvil del Cafetal esperábamos para escuchar su potencia en escena.Venían con un sonido más rockero que sus producciones anteriores, que ya habíamos escuchado desde la primera vez que vinieron a Venezuela en el Estudio Mata de Coco y de ahí lográndose proyectar incluso hasta hoy en día. Se trataba de la banda argentina Soda Stereo, quienes venían con su LP Canción Animal (1990), el cual para el momento que escribo estas líneas celebra 25 años, y es considerado una obra maestra de la banda y el que los catapultó al dominio del mercado en toda Latinoamérica.
Pero no solamente estaban ellos en el cartel. También tocaba una de las bandas venezolanas que había revolucionado la manera de hacer rock en el país, y que desde sus comienzos en el underground había logrado una de las trayectorias más fantásticas, que incluso hasta hoy en día se comenta y se estudia, todo lo que Sentimiento Muerto dio a la música y al rock de Venezuela e Hispanoamérica. Venían con su tercera producción titulada Infecto de Afecto. También mucho más rockero en cuanto a su sonido. Y es que para 1991 la movida del rock en español en el país había logrado una presencia y una penetración tal que merecía un evento como éste. Ya sabrán que estoy hablando del 1er. Festival de Rock Iberoamericano – Rock Music 91.
Anunciado como algo sin igual en la historia del rock en español, este Festival presentaría en 5 noches a 17 bandas de 7 países, en Caracas, Venezuela, en el Cine Móvil de El Cafetal. Sábado y Domingo, Noviembre 2 y 3 y luego el fin de semana siguiente con tres fechas: 8, 9 y 10 de Noviembre, año 1991. Según los entendidos entre 15,000 y 20,000 personas acudieron cada noche. Algo nunca visto y es que no era para menos. Se había logrado juntar un increíble cartel conformado por algunos de los más destacados exponentes del rock en español para el momento. Por Argentina (Soda Stereo, Fito Páez, Patricia Sosa, Rata Blanca), Brasil (Os Paralamas do Sucesso), Chile (Los Prisioneros), Colombia (Compañía Ilimitada), España (Miguel Ríos, Los Rodríguez, La Unión), México (Los Lobos) y por Venezuela (Sentimiento Muerto, Desorden Público, Zapato 3, Seguridad Nacional, Poster y Spias).Los 5 días con sus respectivas presentaciones estaban en primera instancia distribuidos así, (aunque algunas fueron cambiadas de día por diversas situaciones). En todo caso, así fue presentado el evento:Sábado 2: Fito Páez, Los Prisioneros, Spias, Os Paralamas do Sucesso.Domingo 3: Compañía Ilimitada, Fito Páez, Los Prisioneros, Desorden Público, Los Rodríguez.Viernes 8: Soda Stereo, La Unión, Zapato 3, Rata Blanca.Sábado 9: Sentimiento Muerto, Los Lobos, Miguel Ríos, La Unión, Patricia Sosa.Domingo 10: Los Lobos, Miguel Ríos, Poster, Soda Stereo.Sencillamente bestial poderlos ver a todos en vivo. Con decir, por ejemplo, Miguel Ríos, quizás el más grande y veterano de todos los que se presentaron. Con una trayectoria inmensa, ya para el momento del iberoamericano con casi 20 producciones discográficas. Un verdadero monstruo del rock, quien para esas fechas imagínense que ya tenía 47 años. Un súper talento, quien por cierto también entró en la historia del Rock Venezolano al ser uno de los primeros a nivel internacional en reconocer a Sentimiento Muerto como lo que sería en el tiempo, al invitarlos al Encuentro de Rock Hispano en Madrid para una serie de conciertos en 1986. Al fin podríamos escuchar algunas de las canciones de Miguel Ríos, las cuales parodiábamos en clase por allá en el 84. Santa Lucia, El Blues del Autobús, No Estás Sola, Mientras el Cuerpo Aguante, Bienvenidos. Todas eran muy conocidas y clásicos en su propio estilo durante los comienzos de los 80’s. Así como sus famosas versiones de Todo a Pulmón de Alejandro Lerner y Nos Siguen Pegando Abajo de Charly García, quien por cierto fue uno de los grandes ausentes del Festival. Charly García se había desarrollado muy bien en su carrera como solista, siempre polémico, siempre genial. Lamentablemente no estuvo presente en el Iberoamericano, aunque ya veníamos de verlo en el Poliedro. Primero en 1989 junto a Sentimiento Muerto y luego en un concierto llamado ‘Hecho en América’ en 1990, también junto a Sentimiento Muerto y junto a otro de los grandes solistas argentinos del momento, quien sí estuvo en el Festival del Cine Móvil del Cafetal: Fito Páez.Fito Páez, otro de los grandes y muy conocido en Venezuela, venía con un bandón de excelentes y reconocidos músicos argentinos. Su LP Giros (1985), con el sencillo del mismo nombre, pegó mucho en su época, como también su 5to. LP Ciudad de Pobres Corazones (1987). En esta oportunidad venía con su más reciente producción, Tercer Mundo (1990), con el tema homónimo que sonó bastante, al igual que Y Dale Alegría a mi Corazón. También Fito Páez dejó huella a nivel de productor musical en la historia del Rock Venezolano, en el primer LP de Sentimiento Muerto, El Amor Ya No Existe (1986). Fito fue su productor, luego de que surgieron diferencias entre la banda y quien hubiese sido el encargado de ese trabajo, nada menos que Andrés Calamaro, quien para 1991 era cantante de la banda Los Rodríguez, también presentes en el Festival.Los Rodríguez era uno de los grupos más esperados. Al menos por mí. Si se quiere una de las bandas nuevas para el momento, puesto que sólo tenían su álbum debut, Buena Suerte. La expectativa era grande para verlos tocar, debido a que todos sus integrantes ya tenían trayectoria acumulada; por un lado en una banda anterior, de origen español, llamada Tequila y Calamaro por su parte en Argentina con su banda Los Abuelos de la Nada. Andrés Calamaro ya era toda una figura en Argentina. Aunque todavía faltaba para Sin Documentos (1993) y Palabras Más Palabras Menos (1995), ambos con Los Rodríguez, y mucho más para su descollante carrera como solista. Pero ya Calamaro era una referencia obligada en el rock hispano y de toda la movida que venía desde el Cono Sur.Hubo un gran despliegue mediático para este festival. Programas de televisión especializados como A Toque, con Ericka Tucker y SonoClips, con Eli Bravo, lo promocionaron mucho y le dieron bastante espacio, con entrevistas y reportajes desde el evento. También MTV estaba ahí, con Daisy Fuentes y todo su equipo. Ni siquiera existía MTV Latino por lo que el evento salió por un espacio llamado MTV Internacional, si no me equivoco. Quién sabe si la magnitud de este festival y la proyección que tuvo influenció para que de hecho en 1993 se estrenara MTV Latino, canal dedicado exclusivamente a la música en América Latina y con muchísimo énfasis en el Rock en Español. Como dato aparte, el primer vídeo con que se inauguró MTV Latino -dos años después- fue ‘We Are Suramerican Rockers”, por Los Prisioneros de Chile, quienes también tocaron en el Festival, con 4 elepés para ese momento.Así la movida de rock en español había ganado espacio en toda Hispanoamérica y con este festival se sentía que se consolidaba toda el movimiento a nivel continental. No solamente por los músicos y medios, sino también por toda una generación de ingenieros de sonido, de iluminación, stage managers, los mismos managers de las bandas y en todo lo que se refiere específicamente al talento venezolano. Así mismo los organizadores del evento, la compañía Togtron, que se estaban dando duro desde hacía muchos años, ahora podían ver cómo había crecido toda la movida hasta estos niveles de profesionalismo, logrando organizar este histórico encuentro de bandas de rock en español.El cartel de bandas que representaron al rock Venezolano también tenía su peso específico y miles de fans y seguidores que acudieron a ver en este evento a sus bandas favoritas las venían siguiendo desde sus comienzos, por allá a mediados de los 80’s. Por Venezuela 6 bandas estaban en el cartel: Sentimiento Muerto, Desorden Público, Zapato 3, Seguridad Nacional, Poster y Spias.Spias venia de grabar un EP en 1990 de cuatro canciones con el sello Sonográfica. El tema ‘No Existe Nada Ya’ había sonado bastante. Un trabuco conformado por Luis Miguel Pérez, Claudio Leoni, Omar Sawaya, Jesús Viloria y para el momento del Festival Victor Hugo Mendoza, que también los acompañó en escena. De altísimo nivel y sonido. Fue luego en 1994 que grabarían su primer y único CD, llamado Tres Cruces.
El grupo Poster tenía su LP llamado ‘Después del Frío’, su única producción. Esta banda venía un poco con la herencia de la legendaria banda Témpano, quienes comenzaron en el ruedo a finales de los 70’s. Quizás los únicos representantes de retruque de la movida rockera de comienzos de los 80’s en Venezuela en este Festival. El grupo surgió con los ex-integrantes de Tempano, Iker Gastaminza y Alexis Peña, más Cecilio Perozzi y Tony Olivieri. También estaba en el cartel la mítica banda Seguridad Nacional. Pioneros del punk en Venezuela y definitivamente los mas auténticos y contestatarios de todo el Festival. Sus integrantes ya venían desde comienzos de los 80’s, pero su trayectoria fue más hacia el Punk y son considerados la piedra fundacional del underground Venezolano. Su primer show oficial fue en 1983 y todavía para 1991 eran un fenómeno underground. Con un LP grabado en ese mismo año de manera independiente, ‘Documento de Actitud’, Yatu, Cangrejo y Gustavo Corma representando la movida punk y hardcore en el cartel de bandas por Venezuela.El Ska de acá también estuvo representado, nada menos que por Desorden Público. Con dos LP’s grabados con el sello CBS hasta ese momento. El debut Desorden Público (1988), con todos los clásicos de sus inicios, Políticos Paralíticos, Skapate, Mal Aliento, Esto es Ska, entre otros. En Descomposición (1990) donde sonaron mucho Ska de Acá, Peces del Guaire, Cursi y más. Con su alineación más clásica y original, sonaron durísimo. Para lo momentos en que escribo esta breve crónica están celebrando 30 años ininterrumpidos en la escena musical de Venezuela y el mundo.Zapato 3 por su parte se dieron con todo en el escenario. Rockerísimos en su propia lid y y propuesta musical. También venían de una escalada fantástica desde sus comienzo a mediados de los 80’s. Acababan de firmar con Sonográfica y de producir su segundo LP con temas como Pantaletas Negras, Uñas Asesinas, Amo Las Estrellas que sonaron y giraron muchísimo y son considerados clásicos en su propio estilo. Por cierto entre todos los toques de la época posiblemente uno de los conciertos más renombrados y recordados fue el de Rock en el Ruedo, en el Nuevo Circo de Caracas, el 30 de Septiembre de 1989, junto a Desorden Público y Sentimiento Muerto. Este show marcó pauta en toda la movida caraqueña, porque juntó a las tres bandas nacionales que venían creciendo con miles y miles de fans y que al fin se dieron el lujo de juntarse en un mismo evento, sin necesidad de una banda internacional ni nada por el estilo. Hoy en día Zapato 3, reconocidos como una de las grandes bandas del país, y que recién en el 2012 se lanzaron una gira de regreso que les quedó grandiosa y atrajo a cientos de miles de fanáticos, ahora incluso de diferentes generaciones. Para el momento de estas notas están por lanzar su primer largometraje. Un film de Luis Soles donde recoge entre otras cosas la más reciente gira de la banda, después de 13 años si tocar en vivo.Así llegamos al domingo 10 de Noviembre, último día del festival, y ahí estábamos todos. Habían sido unas jornadas de Rock y música increíbles. Particularmente era la primera vez que yo presenciaba un evento de esa magnitud y con semejante ambiente. Se podía recorrer todo el espacio y encontrarse con diversos grupos de amigos y grupos de diferentes épocas y caminos de la vida. La tarima era inmensa, con un sonido y set de iluminación de muy buen nivel. Ya en las altas horas de la noche había tocado Sentimiento Muerto. Tocaron sus temas más famosos y también algunos de su más reciente producción Infecto de Afecto, donde estrenaron una nueva formación. Seguían en la banda Cayayo, Pablo Dagnino y Sebastián Araujo, pero Wincho ya había sido sustituido por Héctor Castillo y Pingüino recién había salido de la banda pocos meses atrás. Por cierto pude compartir con Pingüino un poco en esa noche, comentando por encima sobre sus nuevos planes y la posibilidad de conformar una nueva banda. Pasarían todavía un par de años más para que ese proyecto de Pingüino saliera a la escena pública bajo el nombre de ‘La Calle’, banda de la cual fui cantante, junto al Pingüino, Ángel Guánchez en el bajo y Miguel Toro en la batería. Pero esa historia se las dejo para la próxima entrega. Sentimiento Muerto, como comentaba al principio, era una de las bandas venezolanas que habían revolucionado la manera de hacer rock en el país. Lo que no sabíamos para el momento de este Festival era que este sería uno de sus últimos toques en vivo en Caracas. Al menos fue la última vez que yo los vi en concierto. Como nota curiosa, paradójicamente, este mismo Cine Móvil del Cafetal había sido el lugar donde habían filmado parte de uno de sus primeros videos, el del tema Cabeza, en 1987. Sentimiento Muerto se separó oficialmente en 1992. Ya pasadas las 2 de la madrugada todavía faltaba una última banda para disfrutar, antes que terminara este monstruo de evento. Se trataba de la banda argentina Soda Stereo. Para esa hora, que ya no era domingo sino lunes, muchos -incluyéndome- nos debatíamos entre regresar a casa o quedarnos a esperar a esta banda argentina, que desde su primer concierto en Caracas en 1987 parecía haber establecido en Venezuela una segunda casa. Pero ¿quién iba a perderse este final? Sucedió que antes de montarse, más o menos a la hora prevista, el ingeniero de la banda -por no sé qué cosa- quemó las cornetas: 28 cornetas. Así lo cuentan los que tienen mucho más memoria que yo. Pero igual saldrían a tocar; lo que no se sabían era a qué hora, y lo que si nadie imaginaba era lo que viviríamos al acercarse el amanecer del lunes 11 de noviembre. Un momento mágico. Sin ninguna duda el más especial de todo el Festival Iberoamericano de Rock.Había llovido muchísimo esa noche, por lo que todos estábamos empapados y el frío y la brisa de la noche pegaban un poco. Algunos incluso encendieron menguadas fogatas, con vasos, papeles, cartones y cualquier cosa que hubiera en los alrededores, que no duraban mucho porque la lluvia iba y venía. Otros ya habían pasado el primer ratón luego de algunas cervezas y cualquier otra bebida espirituosa pasada bajo cuerda. Algunos otros se veían dormitando, recostados en las pequeñas colinitas que tenía el Auto Cine o juntados entre una maraña de piernas y ropas húmedas, para que ique darse calor. Otros más allá no dejaban de caerse a besos y más. Es que el momento daba para todo. Pero había que esperar. Yo personalmente estuve a punto de marcharme un par de veces, hasta llegué a la puerta. Es que imaginarse lo que estarían de preocupados en casa, y para esa época sin celulares ni nada, ya sabía que me esperaba al llegar. Pero igual lo que me esperaba, me imagino que como a muchos les iba a suceder igual, llegando a las 3, 4 o 5 de la mañana.
Así habían pasado las horas, ya un poco largas. En una de esas que llegaba a la puerta de salida escuché como comenzaba a reanudarse la acción en el escenario. Parecía que sí. Que ya venía Soda. Al carajo lo que tenía que hacer ese lunes que total, ni lo recuerdo. Lo que si recuerdo es el sonido de esas primeras horas de la madrugada cuando comenzaba a salir el sol. El ruido de los pocos autos que comenzaban a invadir las calles. Los pájaros a lo lejos anunciando el amanecer, mezclando sus cantos con la excitación de mi cabeza y los sonidos que venían de la tarima justo antes de que comenzaran a entrar los primeros rayos. Una sensación muy particular, especialmente si se ha amanecido literalmente. Sin haber dormido. Como que la mente, el cuerpo y los sentidos adquieren una capacidad extra sensorial. No sé, pero sentía como me cundía la adrenalina, que casi como que nos levantaba del piso al correr y acercarnos más a la tarima. Salía el sol. Resplandeciente, nuevo, espectacular para la ocasión.Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti en el escenario. Al rato comenzaba un tema que fue la maravilla de la noche. Comienza con un teclado que marca los primeros acordes. Veía a mí alrededor a todo el mundo con sonrisas inmensas en sus rostros y ojos vidriosos de la emoción. Justo antes de empezar el primer beat todo se paralizó, como por segundos, suspendidos y sorprendidos de la manera más sonora y jolgoriosa posible… y boom… suena el primer golpe, entran el bajo y la guitarra. 5 y media de la madrugada. Algunos se abrazaban. Otros brincaban siguiendo los primeros beats. Sonaba el tema ‘Cae el Sol’, llevado a ‘Sale el Sol’.
“...Y cada vez que vuelvo… tus ecos están… y querría despertarme… y al fin con vos volver a jugar… Sale el sol y aún sigo soñando… Sale el Sol…” Retumbaba así de temprano ese momento único en las colinas verdes de la zona. Fue radiante este final con Soda Stereo…Pensando ahora en retrospectiva, no sabíamos lo que venía y como la historia haría lo suyo. Por ahí ya se aparecía la nueva movida del Grunge, con Nirvana y su Nevermind, además de Pearl Jam con Ten, para sacudir el rock a nivel mundial. También en el país se iniciaban Los Insurgentes, con nuevas bandas y nuevos sonidos. Nadie imaginaba tampoco el devenir del gran Cerati dos décadas después, o el del gran Cayayo al final de la década. Por decir lo menos en solo tres meses después del Festival Venezuela sufriría un golpe de estado que comenzaría a cambiar todo… en fin… la vida como es y cómo fue… El hecho es que ya regresando a casa, después de ese tremendo concierto de cierre, veía a los que salían a sus trabajos o a llevar a sus hijos a la escuela y uno con aquel trasnocho cósmico, con la música todavía retumbando en mi cabeza. La sensación era de ensoñación total. Una satisfacción plena que solo logra la música compartida con cientos y más, amaneciendo. Irrepetible. Pero había valido la pena. Todavía guardo muy dentro lo que sentía en ese instante. Bordeando el río Guaire, por la avenida Río de Janeiro, viendo el Ávila con sus colores de la mañana. Me recuerdo sintiendo esa sensación que a veces nos llega en situaciones especiales de la vida, esa sensación de que todo está bien. Así lo sentía manejando de regreso a casa. Justo en ese tiempo y en ese espacio… todo estaba bien. Sale el Sol. © Ricardo AnthésRicardo 'Ziggy' AnthésVenezuela Vocalista, compositor | La Calle y solista.souncloud.com/ricardo-anthes/si-estoy-vivo@ziggysiete
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