Crónicas de mudanzas

Por Trestrillistigres


Pues me siento por agotamiento porque me duele la espalda, pero estamos a 26, lo que significa que antes del viernes tiene que estar todo ya trasladado y esta casa vacía para pegar un fregao el sábado y miro a mi alrededor y parece que falta todo por hacer.
Estoy tirando mucho, regalando, vendiendo. He vendido la trillisilla ayer con algo de miedo de haberla vendido prematuramente la verdad, porque es posible que me haga falta todavía algún día pero en un arranque de estos de quitar cosas para llevar pues puse el anuncio en el grupo de trillis del facebook y me la compraron rápidamente así que no me ha dado tiempo de arrepentirme. Si un día me hace falta me morderé los nudillos, jajaja.

Tengo que reconocer que me da mucha pena dejar esta casa, donde han nacido mis niños, donde he pasado noches y noches echando siestas en el sofá mientras acunaba una hamaquita con un pie y otra con una mano, (en serio lo hacia automáticamente mientras dormía, jajaja, acunaba las hamaquitas aunque no hubiera niños, jajaja), aquí han aprendido a gatear, a andar, a correr, saltar, han pasado de ser bebés a ser niños, hemos tenido un mega parque ocupando el salón, miles de motos-sillas-coches en el patio, ay las tardes que han jugado los niños en el patio, las que han armado ahí también jajaja, los días en el jardín jugando con la manguera y el agua los niños en pelotillas por el jardín corriendo y gritando, las barbacoas, los paseos con las motos por el barrio, ... la verdad que hemos vivido bien aquí, tranquilos y agusto. Me da pena que sean tan pequeños que no recuerden esta casa o los momentos que hemos pasado aquí.
Me da mucha pena dejar aqui a personas importantes, como son mi hermanita, o mi amiga Ana, que los niños siempre hacen como que le llaman por teléfono y le llaman "tia Ana", la van a echar mucho de menos. También Virgina, la chica que venía a ayudarme a coser que es muy buena gente y emezabamos a hacer amistad. 
Empieza una nueva etapa, en una nueva casa, nuevos vecinos, en un pueblo sin los servicios que tenemos aquí, estoy asustada y animada al mismo tiempo, pero tengo que reconocer que no paro de comer chocolate lo que significa que tengo bastante ansiedad, jajaja. Me espera una vida distinta, más hacia lo de antes, más tranquila y sana, más de pueblo. Vuelvo al pueblo donde pasé yo la edad que tienen ahora mis niños, tengo muy pocos recuerdos pero alguno tengo, recuerdos de libertad, recuerdos de familia, recuerdos de naturaleza.
Bueno dejémosnos de momentos poéticos y os voy a hablar de la mudanza... Ya no queda mucho (lo digo para autoanimarme), la mitad del mueble de la sala, las habitaciones (que ya están sin armarios y la mitad de la ropa en el suelo y la otra mitad en maletas), el trastero (la mitad, pero si lo miras parece que falta todo) y la cocina. Ya hemos llevado los baños, el taller de costura, la mitad del salón y del trastero y casi todos los muebles, menos dos sofás y nuestra cama.
Menos mal que mi hermana es mi vecina y las casas se comunican por el garaje, así que si queda algo lo dejo en su garaje y ya lo recogeremos la semana que viene. Me quedan algunas deudas aquí, le debo medio mes de alquiles y algunas facturas de agua, y la liquidación de luz y gas que supongo que harán lectura cuando nos vayamos para pasar la ultima factura, pero creo que nos vamos justo a tiempo de entrar en deudas que no pudiéramos solventar. En la casa nueva la calefacción va con deposito de gasoil, lo que me da bastante miedo (económico) ya que me parece que gasta bastante, pero también tiene una "cocina económica" que le llaman, que va con leña y eso calienta bastante la casa, por lo menos la cocina-comedor que será un poco el centro neurálgico de la casa. Está distribuida un poco raro porque tiene los dos dormitorios grandes abajo con un baño y en el piso de arriba la cocina-comedor otro baño una habitación y la terraza. Así que dormiremos abajo al revés que aquí, y haremos la vida arriba y en la habitación de arriba pondré el taller. En realidad me gusta más la habitación de arriba para dormir y la de abajo para taller, pero no quiero dejar a los niños solos abajo que todavía algún despertar nocturno hay de vez en cuando.

hacían.