Crónicas de un vegetariano leonés

Publicado el 22 octubre 2014 por Felipe García García @Fili_Wallace

Mis andaduras como 'homo comehierbus', creo que de ahí proviene nuestra noble estirpe, tienen unos orígenes bastante recientes, desde el 1 de junio de este mismo 2014 para ser exactos.

Llevaba alrededor de dos años comiendo cada vez menos carne y añadiendo a la dieta más vegetales y fruta, puedo dejar de comer cualquier delicia culinaria a la que esté acostumbrado pero sin fruta me vuelvo más peligroso que Gizmo el día del diluvio universal (Gremlins). Más de una vez me había planteado dar el salto a el vegetarianismo, pero si eres medianamente sociable y te relacionas con otras personas, a las que como norma general les pirriará la carne; ya sean padres, hermanos, abuelos, o amigos... esta tarea se antojará bastante difícil.

Por suerte para mí, y para los amigos que vienen de tapas conmigo habitualmente, el destino quiso que a finales de Mayo acudiera a Madrid de voluntario al 'Zinc Shower', un evento chulísimo al que volveré como business ang... ¡Felipe, déjate de lechugas y come más proteínas que se te va la pinza y empiezas a delirar!

A lo que íbamos, durante los doce días en los que disfruté de Madrid me alojé en la casa que compartía una amiga junto a dos personas más, nótese que les llamo 'personas' porque en aquel entonces no tenía idea de su existencia. Durante mi estancia comí carne en contadas ocasiones, atún y jamón york principalmente, esto era debido a que las dos féminas del lugar (Isa y Mar) no la comían prácticamente, no se puede decir lo mismo del loco extremeño, aún recuerdo el olor de ese pollo con morcilla Jose, como ya te dije una vez quizás si no hubieras cocinado ese batiburrillo gastronómico yo no estaría escribiendo esta entrada sobre cómo me convertí en vegetariano. Por descontado esas 'personas' que antes mencioné se convirtieron en amigos, amigos que sin querer hicieron que diera el salto que varios años llevaba intentando y a los que estaré agradecido de por vida. ¡Cuidad mucho de la pequeña cazurrina que se ha apoderado de vuestra casa a base de ronroneos!

El día 30 de Mayo, si no recuerdo mal, fue la última vez que comí chorizo y pulpo, junto a mis primos Noelia y Jairo en el 'Museo del Jamón', quedé boquiabierto al ver todas las patas de gorrino que había colgadas adornando el local, piaras y piaras de cerdos se encontraban sobre mi cabeza.

Nada más volver a León, el día 3, me puse a buscar a un buen nutricionista para que me asesorara sobre las deficiencias que podría acarrearme el dejar de lado la carne y cómo suplirlas mediante alimentos vegetales. A través de una fructuosa búsqueda en Google me topé con uno que tenía muy buena pinta, Luis Robles, por lo que le llamé para concertar una cita. Días depués me presenté en la Clínica 2010 listo para recibir la charla sobre alimentación de Luis, me hizo un esquema sobre todo lo que debía comer y me informó sobre las carencias más peligrosas que podía sufrir si no comía correctamente. En el siguiente enlace podréis ver todo lo que me recomen..., casi mejor no le quito trabajo y os ponéis en contacto con él, lo que me viene bien a mí no tiene por qué veniros bien a vosotros. También me invitó a bajar cinco kg de peso después de haber pasado por una endemoniada máquina que analizaba mi masa corporal, algo que he intentado cumplir, siempre he perdido y ganado kilos con mucha facilidad... Con la obligación de hacerme análisis de sangre cada seis meses para vigilar posibles deficiencias, la recomendación de algunos bares leoneses con tapas aptas para veganos (vegetarianos y veganos) como El Colibrín o el Santo Martino y una agradable charla sobre las series de televisión en general y Juego de Tronos en particular, acabó la hora y media concertada.

¡Era hora de hacer la lista de la compra! Pocos alimentos había que no ingiriese ya de forma habitual, entre los que tenía que añadir al día a día se encontraban el tofu, seitán (no lo he catado aún), las semillas (sésamo, lino dorado y marrón...) y el tofu, el desaborido y tan lleno de proteínas tofu. Hay delicias vegetarianas como el falafel, hamburguesas de pasta de garbanzos, que ya las había probado, cuando mis amigos pedían un kebab de ternera yo pedía un durum de falafel, en el 'Houbi' los hacen bastante decentes. De las nuevas incorporaciones alimenticias destaco el hummus (pasta de garbanzos de nuevo), está increíblemente bueno, mientras redacto estas líneas estoy mojando, los picatostes en la tarrina de hummus comprado en el Mercadona. Algo que también está muy bueno son los escalopes de tofu, pero al igual que la mayoría de los preparados de soja tienen un precio ligeramente alto, por lo que para probar está bien pero no para consumir regularmente. Yo he optado por comprar el tofu en bloques y cocinarlo de la manera que a mí me pareciera, la mayoría de las veces guisado con verduras frescas, os enseñaría la foto de una vez que intenté hacer snacks con hierbas en el horno pero estoy seguro de que Google lo detectaría como virus, me quedaron más negros que las orejas de Mickey Mouse.

A ver, qué venía ahora... ¡Ah sí! Era el momento de ir comentando a mis familiares y amigos que yo no volvería a comer carne, estaba ansioso por ver sus caras y respuestas, los vegetarianos leoneses somos una especie declarada en peligro de extinción por la UNESCO. Entre los familiares hubo ciertas reticiencias pero por lo general no se dio nada mal, lo sorprendente fue que mi abuela materna se lo tomó bastante bien, de ella me esperaba frases del estilo de... ¡O te comes ese filete o te tiro ese móvil al río! Respecto a los amigos, simplemente decir que gracias a muchos de ellos he adquirido unas habilidades para debatir dignas de los políticos de este pa... ¡Es broma, se me olvidaba que estábamos en España!. Las conversaciones (me gustan bastante) sobre por qué era vegetariano se sucedían día tras día, cena tras cena, bueno me parece que he usado un tiempo verbal incorrecto ya que esas conversaciones siguen teniendo lugar hoy día, casi cinco meses después, y supongo que duren hasta el fin de mi vegetarianismo.

 Vale Felipe, nos has dicho que llevas siendo vegetariano desde el 1 de junio y que el 30 de Mayo fue la última vez que comiste chorizo y pulpo junto a tus primos, por lo que... ¡¡¿¿QUÉ DIANTRES PASÓ EL 31 DE MAYO??!! Lo que pasó ese día... se queda en Madrid amigos míos. Es broma, sinceramente no me acuerdo de si ese día comí algo de carne o no, pero supongo que estaréis de acuerdo conmigo en que queda mejor de cara a la galería decir que llevo siendo vegetariano desde el día 1 de junio que no desde el 31 de mayo.

3 RAZONES POR LAS QUE SOY VEGETARIANO

¿Qué os parece si para finalizar hablamos de las razones por las que soy vegetariano? Venga vale, si me lo pedís con esos ojitos de cordero degollado no os puedo decir que no, soy más débil, que el corazón de una lechuga.

  • Me encanta la fruta, y la mayoría de las verduras. Ya lo mencioné antes pero para dejarlo claro lo vuelvo a decir, yo sin mis manzanas y mis naranjas no sería feliz. Si pudiera alimentarme sólo a base de fruta sin sufrir ninguna carencia lo haría, eso de que son las golosinas de la naturaleza a mucha gente le suena a frase 'vomita arcoiris', a mí me suena a SABOR. Ojalá las espinacas, acelgas y demás verduras de hoja verde oscura se parecieran en algo a ellas.

  • Me gustan demasiado los animales. Menos las moscas, las moscas deberían haber caído presas de la selección natural y no haber llegado hasta nuestros días. No me chilléis tan fuerte biólog@s, sí, supongo que alguna función tendrán al igual que la mayoría de los animales.

  • Detesto el sabor de la carne. Sí, hace años me gustaba, esto ha ido pasándome poco a poco, lógicamente.

  • Me gusta ir a contracorriente, el postureo y sentirme superior al resto. ¿Deseábais leer esta frase al fin eh? Pues dejad que os diga una cosa... ¡¡¡NO!!!

¡Y esto ha sido to to todo amigos!

Crédito imagen: nuevotiempo.org


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