Crónicas del campo santo, Nº 1: beban agua solarizada.

Por Daniel Paniagua Díez

Crónicas del campo santo, Nº1: beban agua solarizada
Inicio una nueva línea de artículos visto el cariz que está tomando la película de nuestros días, la mal llamada crisis del virus de Wuhan; que mejor sería decirle la guerra solapada del tercer milenio. Y mi primera recomendación para mejorar sus condiciones de supervivencia es animarles a beber agua solarizada.¿Qué es el agua solarizada? Pues sencillamente: agua potable, de su completa confianza, depositada en recipientes de vidrio y expuesta a la luz solar durante al menos quince minutos. No importa si es botella o copa u otra cosa, pero que sea de vidrio, el color del vidrio tampoco es de mayor importancia, el caso es dejar el agua al sol un cuarto de hora. Y después beberla con toda confianza, el agua estará con ph 7, esto es neutra, y cargada de la energía e información que el sol emite cada día. Les vendrá muy bien según vayan pasando los días.

Pequeñas ideas para evitar contagios pero que resultarán muy eficaces. Limpien y cambien los filtros del aire acondicionado; exijan que lo hagan en todos los locales, ya sean estatales o comerciales, en los servicios de transporte, buses, trenes.

Todos los equipos de aire acondicionado tanto caseros como industriales han de ser limpiados y cambiados sus filtros cuanto antes.

En las casas hay un lugar donde en especial se refugian y crían los virus y demás seres aludidos: las campanas extractoras en las cocinas. De poco servirá limpiar la cocina con productos, tóxicos en su mayoría, si la campana es un criadero del copón.
Esta es una ficha con recomendaciones de los farmacéuticos de España para la prevención de las infecciones por virus y en especial por este "corona" de nuestros días.
También los animales de compañía, y en especial aquellos que nos acompañan en nuestros paseos, están muy expuestos a los virus y nos los pueden transmitir con gran facilidad. De corazón se lo pido, procuren no exponerlos innecesariamente y protejan su vida hasta donde les sea posible.

No quiero quitarle a nadie el sueño con estas pequeñas ideas, más bien al contrario, quiero que puedan dormir en paz y con la tranquilidad de conciencia de haber hecho todo cuanto estaba en su mano. ¡Ah! Y salgan al campo, al monte, a pasear al borde del mar o de un lago en cuanto les sea posible, es muy sano.
Daniel Paniagua Díez