Crónicas del Campo Santo Nº 11. ¿Cuándo pasa el tren?
No somos buenos ni durmiendo.
Se ha propuesto la remozada estación del Norte, de la ciudad de León, para ser el Centro Europeo de Ciberseguridad. (Si supieran la cantidad de busconas y mangantes que pasaban por ella noche tras noche y día tras día...) Me parece el sitio ideal y estupendo el edificio una vez adaptado a las necesidades del servicio, y tienes el tren a mano. Confío en que lo consigan.
En este nuevo capítulo del serial de comedia que llamamos Vida en La Tierra (Nuestra vida en Madre Tierra) que tiene por título COVID 19 los españoles estamos teniendo papeles estelares, rutilantes, esplendentes incluso.
¿Existe el virus o es magia simpática? Ya no sabe uno de qué fallece la gente con tanto síntoma por aquí síntoma por allá. O es una quimera o es cagalera.
¿Cerrarán de nuevo todos los bares y tabernas? Eso es lo que verdaderamente aterra a mis amistades. Confío en que no, que aquí sabemos beber y comportarnos, ¿verdad?
¿Se comeran las uvas los reyes aquí o en Kirguistán? Esto no le importa ya a casi nadie, y más después del bochornoso espectáculo de los jueces en Barcelona, sin juramento ni nada para acceder al cargo. Por las mismas se podían haber sacado un máster en la universidad Rey Juan Carlos, y no haber estudiado tanto.
A este nuevo capítulo los comediantes lo denominan: "Nueva Normalidad", y lo repiten y repiten y tripiten como papagayos hora tras hora, canal televisivo tras otro. Nueva Normalidad. (Risas)
La siguiente escena cómica, tras la del bicho, parece ser que tendrá que ver con los cerditos. ¿Vendrá Porky a salvarlos? Pues esperar a que haga algo el Pato Donald sería muy candido (está corriendo para ganar no se qué)
Los jóvenes, afortunadamente, pasan mayormente de esta "completa anormalidad". He visto a chicos y chicas solicitando, humildemente, que el palito no se lo metieran en la nariz sino en otro orificio mucho más grande y profundo. El resultado sería el mismo, como es bien sabido.
La España zombi sigue dando ejemplo palmario de cómo no deben hacerse las cosas. Si estuviésemos en una guerra convencional los dirigentes patrios ya se habrían cargado a la mayor parte de mandos y oficiales y una buena de soldados. ¡Genial! (Pongan un rato largo de risas y aplausos)
Si siguen instalando equipos telefónicos 5G por todo el territorio y a la vez prohibiendo a los forenses llevar a cabo su labor, aquello por lo que cobran un sueldo, todo nos hace pensar que habrá muchos más motivos para reirse de aquí a fin de año. (¡Más aplausos y risas!)
Qué cutre comedia humana, diría el poeta italiano si nos viera. ¡Ah! Y dejaros de chorradas de saludos con el codo y "la mano en el corazon" (risas a tope) Todos sabemos bien cual será nuestro saludo de aquí en adelante; ir con Dios.
Daniel Paniagua Díez