Crónicas Marcianas

Publicado el 02 julio 2018 por Airin
Crónicas Marcianas (1950) es un conjunto de relatos que muestran la colonización del hombre en Marte. Una obra maestra y pilar fundamental de la ciencia ficción. Ray Bradbury(1920 - 2020) es uno de esos autores que sí o sí hay que leer en la vida. Otra novela suya, Fahrenheit 451 (1953) habla sobre una sociedad futura donde la palabra escrita está totalmente prohibida, por lo que la quema de libros y la censura son hechos que van de la mano.
Volviendo a Crónicas Marcianas, decir que es una obra profunda, filosófica, con un estilo narrativo muy singular y sobre todo, muy original. Bradbury reflejó en esta serie de relatos los temores de la sociedad estadounidense de la época, como lo son el miedo a la guerra, el racismo, la exclusión de la tercera edad, la soledad o la irrefrenable necesidad del ser humano de destruir y adaptar otros contextos. Mención especial haré sobre un relato en concreto, Usher II (Abril del 2005), donde un crítico de literatura llamado William Stendahl, se exilia a Marte y recrea a la perfección la Casa Usher de la novela de Edgar Allan Poe La caída de la Casa Usher (1839). En este caso, los censores son inspectores de climas morales, y le comunican que la casa se tiene que derribar. Pero nuestro amigo Stendhal tiene un as bajo su manga que dejará al lector boquiabierto. Un relato a la altura de los maestros del terror. Hay una fiesta, invitados, dobles robóticos, muertes y sí, un hundimiento en el lago, igual que en original. Un claro homenaje a Poe, con la censura y quema de libros que tratará posteriormente y en mayor profundidad,  en Fahrenheir 451.
  Abril del 2000. La tercera expedición.:  “No puedo más, de veras – murmuró -. Estoy entumecido y cansado. Hoy han ocurrido demasiadas coasas. Me siento como si hubiera pasado cuarenta y ocho horas bajo una lluvia torrencial, sin paraguas ni impermeable. Estoy empapado hasta los huesos de emoción.” 

Junio 2001:

- No entiendo.
 - Los marcianos descubrieron el secreto de la vida entre los animales. El animal no discute la vida, la vive. No tiene otra razón de vivir que la vida. Ama la vida y disfruta la vida.

Agosto 2002: "Esa  noche había en el aire un olor a tiempo."