Crónicas mundanas del COVID-19 (D5)

Por Cristóbal Aguilera @CAguilera2
Un sol tímido se deja ver consciente de que ha llegado el momento de contribuir con la síntesis de la vitamina D. A mi lado se imparte a una clase on line de bachillerato. El escepticismo y la incerteza de la realidad que existe. No es posible afirmar el conocimiento. Mentira, ahora mismo hay alumnos motivados adquiriendo conocimientos, es posible que lo estén haciendo con más ansia que nunca.
Día 5 de confinamiento Covid-19
En el estudio de la naturaleza humana, la crítica de la sustancia dice que no tenemos una percepción directa de ella y que por lo tanto no es posible afirmarla. Me recuerda a lo que está pasando, a esa sinsustancia que afecta de forma tan radical a nuestro día a día. Es cierto que no podemos percibirla hasta que causa un efecto directo. Este efecto actual es sin duda alguna perceptible.

El colectivo educativo forma parte de de los trabajadores invisibles que contribuyen en esta crisis. Los veo emocionar a los alumnos exigiendo un esfuerzo adicional de concentración, me gusta la respuesta que observo, diría que hasta los veo felices con este gran retos que es superar la adversidad. Igual el punto de motivación tan demandado está en que finalmente se ha podido dar con el modelo que encaja con sus demandas educativas y el sistema tradicional empieza a tambalearse.
Es tiempo de explorar y aventurarse en lo desconocido. Si de algo está sirviendo esta etapa es para cuestionarse todo y ser capaces de innovar, de forma real y directa, en la educación reglada. Hasta tal punto que los alumnos enseñan a los profesores a enseñarles. Magistral lección. Y se citan para nuevas clases virtuales que parecen más inmersivas. El siguiente paso tal vez sea la realidad virtual.
No todo son malas noticias. Hoy he tenido una inyección de alegría de más allá de nuestras fronteras. Me afecta personalmente y, dentro de lo que cabe, lo celebraremos. Eso sí, será en casa y...