Croquetas de calabacín e hinojo

Por Jordie

¡Hola cocinillas!

Os traigo la receta mágica para hacer unas croquetas buenísimas con lo que queráis ponerle, yo las he hecho de calabacín, cebolla e hinojo y os aseguro que están de rechupete.

Como digo, podéis hacerlas sólo de calabacín y un poquito de cebolla y pollo o lo que os apetezca. Recordemos que es una receta ideal para el aprovechamiento porque se pueden hacer de lo que queramos. Usando esta receta que os traigo  y con los trucos que os voy a contar no os va a hacer falta nada más para hacer unas croquetas perfectas.

He consultado la definición de CROQUETA que la Real Academia de la Lengua Española (RAE):

croqueta

Del fr. croquette.

1. f.Porción de masa, generalmente redonda u ovalada, hecha con un picadillo de jamón, carne, pescado, huevo u otros ingredientes, que, ligado con besamel, se reboza en huevo y panrallado y se fríe en aceite abundante

Y tras leerla, me pregunto ¿Dónde quedan las verduras como protagonista, en ‘otros ingredientes’? ¿Y las croquetas al horno, al hacerlas al horno, dejan de ser croquetas?

Sea como sea, podéis hacerlas al horno y reducir notablemente las calorías del plato o bien fritas en algún aceite neutro vegetal, yo usé de girasol pero también vale de canola, colza… etc.

Así que sin más historias, ¡vamos al lío!

  • INGREDIENTES

-2 calabacines -unos 300 gramos-

-1 cebolla pequeña o 1/2 grande -unos 100 gramos-

-1 trozo -de unos 5-8 cm/unos 50 gramos- de hinojo fresco (se puede usar tanto las partes verdes como las blancas del tallo, al gusto)

-2 cucharadas de harina de trigo (trigo sarraceno u otra harina)

-1 cucharada de sal

-1 cucharada de mantequilla -unos 20 gramos- (opcional)

-1/2 litro o 3/4 de litro de leche (yo usé semidesnatada), de vaca o vegetal

-1 pastilla de caldo concentrado (tipo Avecrem) o  1/2 litro de caldo natural (tipo Aneto)

-1 cucharadita de nuez moscada

-pimienta negra recién molida al gusto

-un chorro generoso de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)

-1 huevo

-pan rallado

  • ELABORACIÓN
  1. En una sartén antiadherente (yo usé una de la gama Classic natura de Vitrinor), ponemos un chorro de AOVE generoso y añadimos bien picaditas nuestras verduras -cebolla, calabacín e hinojo- cortadas no muy gruesas y vamos dorando. Añadimos la mantequilla y una cucharadita de sal y pochamos.
  2. Una vez estén blanditas nuestras verduras podemos añadir las 2 cucharadas de harina y removemos bien a fuego medio. La harina tiene que cambiar de color, llegar a tener un color marrón claro, tostada, pero sin que llegue a ser oscuro. Una vez consigamos este color podemos ir añadiendo la leche y/o el caldo, poco a poco y vamos mezclando.
  3. Añadimos la nuez moscada y la pimienta negra. Y si se pone muy pastosa la masa añadimos más leche. El momento de ver si está lista nuestra masa es cuando pasamos la espátula por el centro raspando la parte baja de la sartén y tarda unos segundos en llenarse el hueco que hemos dejado al pasar nuestra pala, espátula o cuchara de goma. Si se rellena ese hueco muy rápido necesitaría mas cocción; si queda limpia la marca en la sartén y tarda en moverse la masa hacia el hueco es que está lista para dejarla reposar.
  4. VERSIÓN FUENTE:Volcamos en una fuente en la que nuestra cantidad de masa quede de unos 2-3 centímetros extendida. Yo usé una fuente  rectangular de unos 15 x 30 cm. Cubrimos, una vez fría, con un papel film para que no se forme costra y refrigeramos al menos 6 horas o toda una noche aún mejor.  VERSIÓN MANGA PASTELERA: podemos usar una manga pastelera y así luego será mucho más fácil hacer nuestras croquetas. Tendremos que introducirla en ella y dejarla reposar.
  5. Una vez transcurrido este tiempo, preparamos 3 platos para casi terminar nuestras croquetas: en uno batimos un huevo y si queremos o nos han salido muchas croquetas podemos añadirle leche; en otro plato ponemos el pan rallado y otro plato para poner nuestras croquetas. Pasamos primero por huevo y luego por pan rallado.
  6. FRITAS: Una vez las tengamos listas sólo queda freírlas en abundante aceite y bien caliente unos segundos, no más de 20 o 30 segundos. O si tenemos menos aceite podemos ir haciéndolas por un lado y luego por otro, pero siempre con fuego bien fuerte y poco tiempo. AL HORNO: la opción más sana y ligera es hacerlas al horno a 180ºC hasta que queden crujientes. Podemos darles vuelta por si una parte calienta más que otra o por si se doran demasiado por una de ellas.
  7. Ya solo queda disfrutarlas bien calientes (aunque hay gente, como yo, que nos encantan también frías, incluso más que calientes, ya que la masa ha reposado y están de vicio).

Espero que os haya gustado mi receta, y si no te has animado todavía, no lo dudes, con el truco de pasar la pala por la masa y ver si se cierra demasiado pronto necesita más tiempo o más harina, la masa nunca te quedará mal. Además, la otra norma básica es que la harina esté tostada y nunca cruda (blanca), si hacemos croquetas con la masa cruda (con la harina sin tostar)  quedarán unas croquetas horribles que sabrán como una cucharada de harina pura.

Así que nada, espero que me digáis qué tal os ha ido con las croquetas

Un abrazo y hasta la próxima