Hoy vamos a hablar de croquetas, ese aperitivo que tanto nos gusta. Y como me encanta cocinar con productos de temporada, aprovecharemos para preparar una deliciosas croquetas de calabaza con queso curado.
¿A quién no le gustan las croquetas? Mis preferidas son las de jamón ibérico, aunque me gustan todas. Es uno de los aperitivos más típicos de la cocina española aunque es originaria de Francia, de ahí su etimología croquette que significa crujiente.
Las croquetas son tan populares en todo el mundo que tienen día propio. El 16 de enero es el Día Internacional de la Croqueta.
Si cenamos fuera de picoteo siempre cae un plato de croquetas y si por el contrario, tienes invitados en casa y no sabes que preparar, un plato con croquetas nunca falla.
Muchas veces se preparan para aprovechar restos de un puchero, carne de un guiso, verduras que están un poco pasadas, etc...Por lo que se convierten en una receta de aprovechamiento perfecta.
Son ideales para conseguir que los niños coman verdura sin saberlo, aunque se recomienda que se las coman tal cual, pero a veces es complicado y si no se las ofreces un poco escondidas no hay manera. Yo tengo dos niños y sé de que hablo...
El secreto para lograr una croqueta perfecta es la bechamel. Es la que nos proporcionará ese bocado crujiente por fuera pero jugoso por dentro.
La receta de hoy está hecha con un ingrediente de temporada. La reina del otoño: la calabaza. No sé si alguna vez has probado la calabaza en una receta salada pero está riquísima.
Estas croquetas de calabaza con queso curado son muy fáciles de preparar y de sabor están increíbles. Y si esta receta de croquetas te gusta, te animo a probar estas otras croquetas de pera y queso azul que quedan muy cremosas y están riquísimas.
-Cocemos la calabaza en el horno hasta que esté blandita. Le retiramos le piel y la reservamos en un bol.
-Picamos el diente de ajo y la media cebolla, pochamos en una sartén. Dejamos enfriar.
-Mientras, rallamos el queso.
-Mezclamos todo con un simple tenedor y salpimentamos.
-Forma bolitas, pásalas por huevo y pan rallado. Una vez hecho esto, puedes congelarlas o freírlas en el momento.
-Cuando quieras freírlas, añádelas a la sartén en tandas de pocas cantidades para evitar que la temperatura del aceite baje bruscamente, así evitamos que se abran durante la fritura.
-Ve dejándolas sobre un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite, y listo!!
Puedes congelar las croquetas antes o una vez rebozadas. En el congelador pueden durar bastantes semanas en buenas condiciones.
Si las preparas y sobran, puedes recalentarlas en otro momento en el horno o en el micro, pero no quedaran tan crujientes como recién hechas.
Si preparas esta receta etiquétame @lawebcinera y la compartiré.
Sígueme en Facebook aquí o en Instagram aquí!