Os he comentado alguna vez de la versatilidad de las croquetas que con distintos e inusuales ingredientes podemos convertir en un bocado exquisito quedando como grandes cocineros. Pues hoy era día de traeros esta otra manera de disfrutarlas, y muy especial. Si os gustan los sabores acentuados con tintes exóticos, éstas son las vuestras.
He recurrido a unos restos de pollo asado que en casa suelen sobrar y que no debemos, en conciencia, desperdiciar tirando a la basura. Los he usado en muchas otras preparaciones pero un día, ya lejano, probé a ponerlas en la masa para croquetas y creedme que quedan sabrosísimas.
Ingredientes:
- Restos de pollo asado y su salsa.- Cebolla ½.- Harina repostería 1 taza de café.- Leche 4 tazas de café.- 1 cda. rasa de curry de Madrás.- Sal.- Aceite de oliva.
- Rebozado común: harina, huevo batido y diluido con leche y pan rallado.
Elaboración:
Trocea, no muy fina, la carne de pollo y desecha ternillas y pieles.
Corta la cebolla menudita y rehoga en cuatro cdas. de aceite de oliva. Incorpora el pollo y la salsa, sofríe un minuto.
Añade la harina y la leche. Agrega el curry y mezcla. A fuego medio cuece la masa sin parar de moverla alrededor de quince minutos o hasta que la masa se desprenda fácil de las paredes y del fondo de la sartén.
Vuelca sobre una bandeja y cuando temple tapa con film para proteger la superficie. Espera que enfríe.
Forma las croquetas del modo que prefieras, en esta ocasión he querido hacerlas redondas por darles un aspecto diferente. Pasa por harina, huevo y por último por pan rallado.
Fríe en abundante aceite, de pocas en pocas piezas, para mantener siempre la misma temperatura que ha de ser caliente pero no ardiendo (fuego medio). Gira si es necesario para igualar el tostado. Pasa a papel de cocina y sirve enseguida.
Una buena ensalada sería el acompañamiento ideal.