- 80 gramos de harina de trigo.
- 80 gramos de mantequilla.
- 500 mililitros de leche entera.
- 100 gramos de queso manchego semicurado.
- 2 puñados de cebolla frita.
- Aceite de oliva virgen extra para freír.
- Sal.
- 2 huevos.
- Pan rallado.
Lo primero que hacemos es echar la mantequilla en la cacerola donde vayamos a preparar las croquetas. Una vez que se haya derretido echamos la harina y la dejamos durante cinco minutos para que se cocine. A continuación, vamos añadiendo la leche templada poco a poco y vamos formando la bechamel. En este caso pueden quedar un poco más líquida que otras veces, ya que luego con el queso se espesará.
Una vez que la bechamel se separa de las paredes le añadís el queso rallado y dejáis que se derrita. Probáis la bechamel para ver el punto de sal y la retiráis del fuego. Añadís la cebolla crujiente y la sacáis a una bandeja. Una vez que se enfríe la metéis a la nevera por un mínimo de cuatro horas.Pasado el tiempo, ponéis un plato con huevo batido y otro con pan rallado, dais forma a vuestras croquetas, las pasáis por pan rallado, luego por huevo y finalmente por pan rallado. Ponéis aceite en una sartén y cuando esté caliente las vais friendo por tandas, las escurrís en papel absorbente y ya están listas para servir.
Gasto: 3 euros.
Raciones: 4 raciones.
Dificultad: Media.