Tenemos suerte con esto de las croquetas, siempre son una solución fantástica para aprovechar restillos que se van quedando en el frigo y que es necesario gastar cuanto antes.
Se pueden hacer a propósito, con ingredientes expresamente pensados, yo las hago casi siempre así, no me duelen prendas, merece la pena tal delicatesen y hay que darles su valor.Sin embargo, lo habitual es que se aprovechen cosas, de eso sabemos mucho los cocinillas, siendo que la mayoría de las veces nos hemos encontrado con unas croquetas fuera de serie que no siguen dictados, dignas de hacerles la ola.
Me contaba Arguiñano ayer que su origen es francés, mal que nos pese a los españoles que le habíamos puesto ya el "made in Spain" jajaja. ¡Y es que son tan nuestras! que cualquiera daría crédito a que nos las inventaron nuestros vecinos fronterizos.
Se trata de hacer unas croquetas espectaculares, teniendo menos importancia lo que se les vaya a poner. El secreto sin lugar a dudas se esconde en el trabajo de la masa, en cocerla muy bien, para lograr una textura fina y suave. Lo es igualmente la fritura, que necesita de abundante aceite de oliva, siempre cubiertas, importa mucho que no descienda la temperatura, debe ser constante, por lo cual no debemos freírlas amontonadas, la paciencia es buena consejera.
Se me antojó hoy dar un toque picante a mis croquetas, no en exceso, sabía que les iba a sentar de lujo.
Ayer también fue el día internacional de la croqueta, no me quiero perder el festejo sin celebrarlo publicando, aunque sea un día después. Casi os diría que esta receta puede ser un tutorial. Si os gusta aquí os dejo mi experiencia.
INGREDIENTES:
- Bacalao fresco 200 g.- Gambas medianas descongeladas 150 g.- Cebolla ½.- Ajos, 2 dientes.- Harina repostería 120 g.- Leche semidesnatada 480 ml.- Vino blanco, tipo Jerez, 100 ml.- Mantequilla 1 cda.- Guindilla seca picadita.- Perejil fresco.- Aceite de oliva 6 cdas.- Sal.
Para rebozar:
- Harina.- Huevo batido con un poco de leche.- Pan rallado.- Aceite de oliva para freír.
ELABORACIÓN:
En una sartén con las seis cdas de aceite rehoga las gambas unos segundos. Retira a un plato.
Añade a la misma sartén los ajos y la guindilla, picados, a continuación el bacalao desmigado, limpio de espinas y pieles. Rehoga un par de minutos. Reserva.
Pon ahora la cebolla picada pequeñita (si no ha quedado mucho aceite, pon un par de cdas. más). Cuando haya reblandecido, y se haya ligeramente dorado, incorpora el vino y deja que reduzca.
Añade el perejil y le das unas vueltecillas.
Echa la harina, la leche fría y la mantequilla. Sazona.
Diluye los grumos que se van formando con una rasera, sin parar de mover la masa y manteniendo el fuego medio. Ayúdate de la rasera para despegar paredes y fondo, volteando de un lado para otro.Cuece quince minutos, tras los cuales la masa se desprenderá fácilmente de la superficie de la sartén. Si por cualquier razón la masa te ha quedado grumosa, puedes pasar la batidora y eliminar los grumos. En los últimos cinco minutos agrega el bacalao y las gambas troceadas.
Vuelca sobre una bandeja y deja reposar un rato. Después cúbrela con papel film y espera a que se enfríe para meterla en el frigo, al menos dos horas.
Forma las croquetas a tu gusto. Bate el huevo e incorpora la leche. Empieza pasándolas por harina, después por huevo batido y por último por pan rallado.
Prepara una sartén pequeña o cacerolita con fondo (el elegir que sean pequeñas es para ahorrar aceite y como la fritura la haremos de pocas en pocas unidades no necesitamos una más grande). Calienta el aceite y antes de que humee baja el fuego al medio. Fríe probando con cuatro, cinco piezas, si no se rompen continuamos la fritura si alterar nada. Si se rompen reducimos a tres. ¿Alguien dijo paciencia? jjj.