El gobierno se carga el CROWDFUNDING
Crowdfunding
una nueva forma de financiarse, amenazada
Desde hace algún tiempo hemos visto muchas iniciativas, principalmente a través de internet, en las cuales, algunos proyectos se han financiado gracias a pequeños inversores que aportaban un capital mínimo a cambio de algunas prebendas. A esto se le llama CROWDFUNDING. Personalmente he participado, al menos, en tres proyectos distintos.
Pero el crowdfunding no estaba muy legislado y, antes o después, era de esperar que el gobierno metiera la mano por el simple placer de cargarse la filosofía de esta nueva forma de financiación que, en época de crisis, había sido muy bienvenida y gracias a la cual muchos proyectos que de otro modo hubieran quedado olvidados, han podido ver la luz.
El gobierno parece interesado en que en España, el crowdfunding deje de ser atractivo y así ocurrirá gracias a la nueva ley de Fomento de la Financiación Empresarial. Como siempre, el nombre de la ley es engañoso porque no fomenta nada.
Limitaciones (absurdas) al crowdfunding que se proponen:
- No se podrá recaudar más de 1.000.000 de euros por esta vía.
- Las aportaciones no podrán superar individualmente los 3.000 euros.
- Un inversor, con estas limitaciones solo podrá participar en dos proyectos distintos al año puesto que el máximo que se le permite “gastar” son 6.000 euros.
- Lo acaban de liar con el procedimiento: la financiación se tendrá que canalizar mediante la emisión o suscripción de valores o participaciones de sociedades de responsabilidad limitada, o la solicitud directa de préstamos, y tendrá que estar supervisado por la CNMV o el Banco de España.
- Las plataformas intermediarias se tendrán que registrar en la CNMV, indicando quienes son los partícipes y cuáles sus proyectos.
- Se responsabilizará a las plataformas de los datos que los partícipes aporten.
- Y cómo no… sanciones nuevas para inversores y para plataformas que van desde los 25.000 euros hasta los 200.000, además de la prohibición de operar durante cinco años.
Me pregunto yo… ¿habrán tenido que ver los bancos algo con esto?
Hubiera sido más sencillo sacar un real decreto que dijese: SE PROHIBE EL CROWDFUNDING
Ramón Cerdá