Sin duda, Internet y la Era de la Información ha generado cambios importantes en el modelo de negocio de varias industrias llevándolas a una fase disruptiva en que las reglas de negocio han cambiado.
La industria de la música ya no fue la misma con la llegada de Napster: pasó de vender casetes o discos a canciones en iTunes por un dólar, y de ahí a un modelo de streaming con plataformas como Spotify.
Blockbuster ya no fue lo mismo con la llegada de Internet, lo que facilitaba la piratería, y posteriormente el modelo de streaming de empresas como Netflix, una de las principales razones por las que Blockbuster ha quebrado en Estados Unidos.
La publicidad no ha sido la excepción y ha tenido que evolucionar gracias a Internet y la Era Digital.
Hace unos días platicaba con Gerardo Sordo, fundador de BrandMe, nombrado porForbes como una de las 30 promesas mexicanas en el mundo de los negocios.
BrandMe es una plataforma que usa el modelo de crowdmarketing, operando como un mercado online de patrocinios que conecta marcas con creadores de contenido digital con influencia en distintas redes sociales, en donde las dos partes pueden negociar el precio y contenido, el cual puede ser desde un tweet, un video de YouTube, una foto en Instagram, un posteo en Facebook o blog personal.
“Todo comenzó con una idea loca de recompensar a la gente por recomendar sus marcas favoritas”, comenta Gerardo.
Arrancaron en el 2013, con la Aceleradora Wayra, y empezaron operaciones a finales del 2013, sustituyendo la publicidad de boca en boca y product placement por publicidad de tweet en tweet o posteo en las principales redes sociales, logrando que la celebridades y los influenciadores sean voceros de las marcas en redes sociales.
Hoy en día, BrandMe ayuda a tener contacto a las marcas con artistas como Katy Perry, Gerard Butler, Adam Levine, Jaime Camil, además de otros 1,000 famosos, medios y más de 30,000 creadores de contenido “no famosos” pero con una base importante de seguidores en redes sociales.
Por medio de su plataforma se negocia el precio en que BrandMe recomienda un mínimo y máximo a pagar para que las marcas puedan contratarlos con base en su audiencia y diversos indicadores que analizan qué tan buenos influenciadores son.
“Ya no sólo los medios de comunicación son influyentes, sino que hoy en día las personas se están convirtiendo en un medio y su recomendación de boca en boca aporta mucho valor a las marcas por su amplia audiencia y credibilidad; además, los influenciadores tienen libertad para recomendar a las marcas usando sus propias palabras y la forma como normalmente se comunican para mantener su estilo y personalidad”, dice Gerardo.
Es interesante ver cómo incluso la publicidad está viendo cambios en su modelo de negocio por jóvenes que proponen ideas revolucionarias favorecidos por la Era Digital; además, con modelos como el crowdmarketing, el modelo de patrocinio ya no sólo es de las grandes marcas a los grandes artistas, sino que ahora puede ser una marca pequeña pagando a una celebridad o una marca grande pagando a influenciadores que no son famosos, que les ayudan a viralizar sus campañas.
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