Algunas empresas informáticas han utilizado este trabajo altruista y colectivo como producto lucrativo, aspecto mal considerado por los usuarios más avanzados. Si Microsoft ofrece 10.000 dólares a quien encuentre como piratear con éxito sus programas, realmente está buscando que un caro trabajo de auditoría y seguridad sea realizado por un importe ridículo, teniendo en cuenta los beneficios que va obtener con este trabajo colectivo que, posteriormente, será absorbido por la empresa y ofertado como software de propietario. Es decir, toman algo que la comunidad ha realizado gratuitamente y lo ofrecen como propio con ánimo de lucro, penalizando su uso por la comunidad en nombre de los derechos de autor y los royalties.
Sin embargo, si el trabajo crowdsurceado es devuelto gratuitamente a la comunidad ¿sería más ético el uso de esta técnica? Google ha ofrecido 20.000 dólares en el concurso canadiense de hackers Pwn2Own a quien encuentre vulnerabilidades en sus navegador Chrome. En este caso, sin la comunidad mejora el producto, es gratificada por ello y, a su vez, el producto mejorado vuelve sin cargo a la comunidad.
Este tipo de colaboración es ejemplo de este cambio de era en el que estamos viviendo, y demuestra una vez más que, por encima de toda la prensa que se le da a veces, la red es un entorno cooperativo y solidario, un escenario social más donde las personas se expanda y relacionan. alfonsovazquez.comciberantropólogo