Crozes Hermitage de Alain Graillot

Por Smiorgan
La mesa estaba servida. Una buena ración de jamón 5J, y una tabla de quesos potentes, que incluía Parmesano, Grana Padano, Sbrinz, Emmentaler AOC y Double Gloucester.
La cosa quiso torcerse cuando descorché la botella de Burdeos que tenía pensado que acompañara a estas viandas. Al oler el corcho, un intenso aroma a humedad y corcho enmohecido me dejó claro que esa botella no era la que íbamos a beber esa noche. Decanté y serví una copa para poder oler el vino en condiciones, y no había dudas, el TCA lo acaparaba todo.
Así las cosas, acudí rápidamente a la vinoteca a por el otro vino que me rondaba la cabeza, y este si que si, estaba como tenía que estar y acompañó de lujo sobre todo a los quesos.
Alain Graillot es actualmente uno de los productores más reconocidos del Ródano. Ya con 40 años, deja su trabajo de vendedor de productos agrícolas y alquila una bodega, que finalmente compra en 1988. Domaine des Chênes Verts, a unos 20 kilómetros del famoso Tain l'Hermitage. Los suelos están formados por aluviones del Ródano y el Isère, con arenas, casi sin arcilla, muy poca tierra y muchos cantos rodados, que facilitan la filtración de agua. 17 Ha de Syrah con edades desde los 10 hasta los 50 años, la mayoría en Crozes-Hermitage, con algo en la famosa colina de Hermitage, y alguna parcela alquilada en St. Joseph. Además, Graillot posee unas 3 hectáreas de blanco (80% Marsanne y el resto Roussane).
Su filosofía se basa en un correcto trabajo en la viña evitando los herbicidas, bajos rendimientos, vendimia lo mas tardía posible, no despalillado en los tintos, uso de levaduras indígenas y fermentación en depósitos de hormigón.
Para la elaboración de su Crozes Hermitage, las pautas son: vendimia manual, no despalillado, enfriamiento de la uva y maceración prefermentativa, maceraciones largas y remontados frecuentes y paso a pièces borgoñonas de segundo año una vez terminada la maloláctica. El Crozes es un ensamblaje entre vino criado en barrica y vino criado en depósito, en porcentajes variables según la añada, y que se somete a un filtrado suave antes de su embotellado.
Así pues, el Alain Graillot Crozes Hermitage 2009 (AOC Crozes Hermitage, tinto con crianza 100% Syrah, Alain Graillot) es un vino de color picota, de buena capa, con ribete granate amoratado. En nariz es un vino de intensidad media, que va desplegando capas aromáticas que le dan profundidad; caza, musgo, bosque húmedo, tomillo, moras violetas y fruta roja tras mucha aireación. En boca se revela fresco gracias a una muy buena acidez, de cuerpo medio, con buen paso, y con un tanino que deja un final algo secante que no molesta en absoluto. Le da un cierto toque de rusticidad que me gusta.
Me imaginaba este vino de otra manera, y me venían a la cabeza Syrah más intensas. Aunque quizá desde el desconocimiento esperaba un vino más explosivo, tengo que reconocer que es este Crozes Hermitage de Graillot, un vino que se bebe sólo y se disfruta mucho. Ah, y con estos quesos potentes, se lleva de auténtico lujo.