Si hay algo que molesta realmente a los ciclistas son los crujidos en alguna parte de la bicicleta. De hecho, en muchas ocasiones podemos volvernos locos solamente para localizar de dónde proceden estos molestos ruidos.
Para empezar, hay que aclarar que cuando notamos crujidos en alguna parte de la bicicleta quiere decir que hay algo que no está bien. Generalmente son debidos a la acumulación de suciedad en las partes de la bicicleta donde se unen varias piezas.
Cuando estamos pedaleando y notamos crujidos, lo más normal es que provengan o bien de los pedales o del eje pedalier. No obstante, no hay que descartar que estén originados en alguna otra parte de la bicicleta, como la , la tija o el sillín.
Crujidos en los pedales
Si con cada pedalada notamos este molesto ruido deberemos revisar los pedales. Para ello lo primero que debemos hacer es girarlos y comprobar como es dicho giro. Si notamos que se atrancan o que un pedal va más duro que otro podría ser la causa del crujido.
Deberemos desmontar los pedales y limpiarlos con desengrasante. Posteriormente echaremos grasa de montaje en el propio eje del pedal para volver a montarlo.
Este mantenimiento debemos hacerlo cada 3 o 4 meses simplemente como mantenimiento. Así alargaremos la vida útil de los pedales.
Crujidos en el eje pedalier
El otro punto donde es muy probable que provengan los ruidos es en el eje pedalier. Si hemos comprobado los pedales y aparentemente están bien, debemos proceder a comprobar los rodamientos del eje pedalier.
Para ello deberemos extraer las bielas. Una vez vemos los rodamientos los giraremos con nuestras propias manos y comprobaremos como es el giro. Si notamos que los rodamientos no van finos y se atrancan ligeramente, lo más probable es que el crujido provenga de ahí.
Para corregirlo, al igual que con los pedales, debemos limpiar bien los rodamientos con desengrasante. A continuación volveremos a comprobar el giro y veremos que giran notablemente mejor que antes. Posteriormente habrá que echar de nuevo grasa de montaje.
Este mantenimiento también es recomendable realizarlo cada 3 ó 4 meses aunque no notemos nada extraño con el fin de alargar la vida de los rodamientos.