Este mes casi me pilla el toro con el reto "Cooking the Chef". Cuando tengo que preparar una receta salada no tengo problemas porque la incluyo en el menú de la semana, pero para hacer algo dulce...no me da tiempo. Así que lo voy dejando hasta que ya no puedo dejarlo más, jajaja.
Este mes nuestra cocinera homenajeada es Mey Hoffman, cocinera alemana que desarrolló su carrera profesional en Barcelona. Toda una maestra cocinera y repostera que falleció hace poco más de un año.
La receta que he preparado la encontré aquí.He hecho algunos cambios pero la esencia se mantiene. Con las cantidades de la receta salen 28 crujientes, son pequeños, de bocado.
Para ver el resto de las recetas del reto, puedes hacer click sobre el logo:
INGREDIENTES:
Nata para montar: 300 gramos.Chocolate fondant: 200 gramos.Aceite de oliva virgen extra: 80 gramos.Sal Maldon: 3 gramos.Masa Filo: un paquete.Mermelada de tomate.Azúcar glass.
Valores nutricionales (por unidad): Calorías: 159.Hidratos de carbono: 15 gramos.Grasa: 10 gramos.Proteínas: 2 gramos.
Precio (por unidad): 0,24€.
ELABORACIÓN:
Para el relleno de los crujientes necesitamos unos moldes de bombón o similares. Hofmann recomienda utilizar unos cuyo tamaño sea 2x4 centímetros.
En un bol ponemos el chocolate troceado. En un cazo calentamos la nata hasta que rompa a hervir. En ese momento la vertemos sobre el chocolate para que con el calor lo derrita. Mezclamos con unas varillas hasta que el chocolate esté fundido. Añadimos la saly el aceite de oliva y removemos con las varillas. Echamos la crema en los moldes y la metemos en el congelador.
Cuando el chocolate esté congelado (necesitará algo más de dos horas) preparamos el resto del postre.
Extendemos la masa filo y la dividimos en 3. Colocamos una porción de chocolate en medio de una de las tiras de masa filo que hemos cortado y lo envolvemos.
Cuando tengamos todos los paquetes preparados, calentamos aceite de oliva en una sartén y los freímos hasta que estén dorados por los dos lado (con un minuto por cada lado será suficiente).
A medida que los vamos friendo los colocamos en una fuente cubierta con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Después, los pasamos por azúcar glass y los servimos acompañados por la mermelada de tomate.