"Crypta (Trilogía de Eblus #2", de Care Santos: Eblus, más Eblus que nunca

Publicado el 09 diciembre 2016 por Lidiacasado
   Continúo recuperando las reseñas de esta trilogía de Care Santos que reseñé paraAnika entre Libros y que tanto me gustó. Hoy toca la segunda parte.
Título: Crypta (Trilogía de Eblus 2)
Título Original: (Crypta, 2016)
Autor: Care Santos
Editorial: B de BlokColección: Sin Límites

Copyright:
© Care Santos, 2016
© Ediciones B, S.A., 2016
Edición: 1ª Edición: Marzo 2016
ISBN: 9788416075805
Tapa: Blanda
Etiquetas: religión, cristianismo, crossover, demonio, diablo, fantasmas, espíritus, humor negro, leyendas, literatura española, maldiciones, mitología, novela, sagas familiares, vampiros, 17 años, 18 años, 15 años, 16 años, literatura juvenil, sobre libros
Nº de páginas: 392


Argumento:

Tras ser rebajada a ser medio y enamorarse de Natalia, Eblus vive uno de sus peores momentos. Sin embargo, sabrá volver a reinventarse y, gracias a su ingenio (y a sus amigos) luchará por enderezar su camino y llegar a lo más alto (o lo más bajo, depende de cómo se mire) del mundo oscuro.

Opinión:


  Eblus es más Eblus que nunca en esta segunda entrega de la trilogía que lleva su nombre. De hecho, la familia Albás tiene en esta novela una importancia solo relativa y sus andanzas son bastante olvidadas para centrarse en la trayectoria del Dueño de las Sombras.
  El demonio vuelve a organizar, protagonizar y capitanear la narración de esta segunda parte y lo hace de tal modo que solo deja voz a Natalia en dos breves partes (la segunda y la sexta) y nos permite escuchar en otra parte tampoco muy extensa la voz de Társila, una niña que se enamoró de Eblus. El resto (son siete partes en total y un epílogo) se centra en el camino del diablo para recuperar la honra, los honores y los poderes perdidos.
  Así, la trilogía se vuelve mucho más Eblus y su voz se escucha insistentemente. Y lo que es mejor: aunque haya sido degradado, su personalidad no ha cambiado, por lo que sigue tan impertinente, prepotente, seductor e irreverentecomo siempre.
  Esta segunda parte desarrolla mucho más el mundo de los oscuros (imposible no pensar en la "Divina Comedia" de Dante Alighieri en los capítulos que tienen que ver con la bajada a los infiernos) y nos permite conocer a muchos de los personajes que lo habitan.
  Care Santos no solo se nutre de religión, tradición, leyendas y mitología para conformar el universo que nos pinta, sino que juega con ella, como si del mismísimo diablo se tratara. Así, Eblus (que ya conoció a los Reyes Magos en la primera entrega) los convertirá en vampiros (perdón, hematófagos; Eblus cree que el término vampiro está muy desprestigiado últimamente con tanta saga para jóvenes) y disfrutará de lo lindo haciendo que la Sagrada Familia se venga abajo (uno de sus pasatiempos favoritos, el de ver caer catedrales).
  La irreverencia, el humor (muchas veces negro) y la ironía son, pues, señas de identidad tanto del demonio protagonista de la saga como de la trilogía entera, contagiada absolutamente por su narrador.
  Care Santos consigue que la voz original, sardónica, presuntuosa y arrogante de Eblus brille aún más en esta segunda entrega en la que conocemos algo más de su personalidad, de sus deseos y de su corazón. Sí, de su corazón, porque llegaremos a ver lo que es capaz de hacer por amor.
  Un amor, en este caso, no correspondido. Y es que Natalia sigue enamorada de Bernal y, lo que es peor, empieza a notar ciertos cambios raros en sí misma. En esta segunda parte resolvemos el misterio del secuestro que vivió en la primera y escucharemos su voz gracias a los textos que escribe para un blog en el que desnuda todos sus pensamientos, miedos y obsesiones. Como la última: tiene unas ganas tremendas de comerse a su hermano recién nacido.
  Santos deja, así, la puerta abierta a la tercera y definitiva entrega de la "Trilogía de Eblus", la que servirá para cerrar la historia de este demonio presumido y fanático de los libros que no encuentra mejor lugar en el mundo para vivir que una cripta llena de buena literatura.
 Enlace a la reseña original.
   Nos seguimos leyendo.