Ese comienzo redoblado y pirotécnico es el momento exacto cuando se apagan las luces en algún show de De La Guarda o la Fura Dels Baus y nos empiezan a caer personas en la cabeza. Todo lo que sigue después es el eco aturdido de ese inicio. La adrenalina de meterse en lo desconocido de la mano de un desconocido. El bombo en negras nos hace bailar palito entre los cortes a seco, estirados apenas por unas cuerdas con poco sustain que se disfrazan del espíritu díscolo de Robert Fripp. Todo embarullado por una cantante megafónica que es como la versión exaltada y femenina de Tricky. La banda pertenece al Cathedral, Leo Smee y hoy es un octeto pero salvo él sus integrantes nunca son los mismos. Bienvenidos al frenesí desorientador de esta orquesta atípica de londinenses móviles.
Chrome Hoof - Crystalline by Amodescubrircanciones