Cuaderno de Bitácora de la Crisis: Reiniciar el Sistema

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

El paro, los desahuciados y los índices de pobreza son el reflejo del día a día de personas con nombres y apellidos. Es la preocupación de ciudadanos a los que se les niega reiteradamente segundas oportunidades. Personas que tienen que mirar a los ojos de sus hijos y decirles que se quedan sin un hogar, sin trabajo, por un sistema político quebrado.
Y sin embargo, no es eso lo que nos une como país. Ni la angustia, la culpabilidad, el dolor, o el miedo. Sino la idea de una constitución forjada para la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político de todos sus ciudadanos; y es precisamente ahí donde debemos buscar el significado de esas palabras paraconectarlas a nuestra realidad, y construirnos un nuevo futuro social, político, y económico.
Los casos de corrupción no dejan de sacudir a la gran extensión de partidos políticos, y esa es la peor de las crisis que sufre este país. La que mina la estabilidad y la confianza; la que pone a prueba la resistencia de los ciudadanos una, y otra vez. Una corrupción generalizada para la opinión pública, por unos políticos que optan por el silencio, y la inacción.
Los programas electorales son el proyecto político de las formaciones, un contrato con los ciudadanos, y sin embargo se han convertido en papel mojado. Palabras, Palabras, y Palabras que diría Hamlet cuando Polonio le pregunta ¿Que leéis mi señor?. Promesas incumplidas que no hay que dejar pasar. Como tampoco olvidar a los que enfrentan las manifestaciones con las urnas para defender su status, como si de un golpe de estado se tratase, o fueran unas más ilegitimas que otras. La crisis política se gana haciendo política de otra forma.
Es ahora el momento de reiniciar la democracia, de un nuevo proceso constituyente. De tender nuevos lazos de liderazgo y responsabilidad. De abandonar nuestro escepticismo sobre la política, y formar una nueva generación desde la confianza de las instituciones y nuevos partidos políticos. La democracia no está secuestrada, sino mal gestionada. No hagamos política con la anti-política, o caigamos en la indiferencia.
No podemos volver al pasado, sino avanzar contra la corrupción, y la falta de lealtad. Los corruptos no pueden ser elegidos cargos públicos, la financiación irregular de un partido tiene que ser un delito y la justicia tiene que ser verdaderamente independiente. La economía se puede recuperar, se pueden fomentar políticas activas de empleo, invertir en educación e investigación; mantener y mejorar la sanidad pública y las pensiones; resolver el problema de los desahucios.  Ninguna de esas cosas son anhelos inalcanzables si votamos informados y en conciencia. Hay salida sin los ciudadanos nos lo proponemos. Fuente: Sergio Martínez Ayala. El Eco de Cartagena.  C. Marco