Un libro terrible y que mete la impertinencia del dedo en el dolor sangrante de la llaga. Hablo del Cuaderno de Sarajevo, de Juan Goytisolo (El País/Aguilar, Madrid, 1993), que lleva el clarificador subtítulo de “Anotaciones de un viaje a la barbarie”. Describe en él la brutal matanza que los serbios perpetran contra los bosnios, ante la pasividad (o con la connivencia callada) del mundo “civilizado”. Goytisolo amontona palabras espantosas e imágenes impactantes para denunciar la atrocidad, pero hay cosas que en esta actitud suya me disuenan. Por ejemplo, se burla de que un tal general Morillon regalase a los niños destrozados de un hospital “un gran oso de felpa” (p.35), pues le parece un gesto vacío, gratuito y tontucio; pero, en cambio, sí ve muy normal lo que él hace: proponer al poeta Abdulah Sidran, en medio de los terribles bombardeos y los francotiradores, elaborar “una antología literaria bosnia” (p.104). No sé, ese tipo de intelectualismos snobs.
Por otro lado, el libro escarba en la herida más cruel de todas: el doloroso desentendimiento de un mundo rico que no se implica en los problemas que no afectan a su cartera. Pero que Goytisolo descubriese eso a la altura de 1993 se me antoja de una ingenuidad infantiloide. Un tomo, en fin, para la reflexión.