Ingredientes:
- Mantecados o polvorones de almendra.- Bizcochos de S. Carlos o de soletilla.- Cabello de ángel.- Anís, azúcar y agua para mojar los bizcochos.- Leche, azúcar y harina de maíz para hacer unas natillas.- Azúcar glas y canela molida para cubrir y decorar.
Elaboración:
Os adelanto, que esta receta que os voy a dar no es la receta auténtica, que era bastante más laboriosa, a mí me la enseñaron en la casa de mi marido, cuando aún éramos novios y la verdad es que queda bastante buena. Con esto de las prisas que tenemos hoy día yo la abrevio aún más.
Bien, ya dispusimos los mantecados en el lebrillo y sobre ellos colocamos bizcochos mojados en un almíbar frío que fabricamos con un vasito de agua azucarada (una cucharada) y un vasito de anís dulce, lo diluimos bien, y vamos empapando los bizcochos (evitando que se deshagan) cubriendo la base de mantecado.
En el líquido sobrante aclaramos el cabello de ángel y cubrimos los bizcochos.
La siguiente capa será de natillas espesas, que prepararemos con leche azucarada y harina de maíz disuelta y puesta al fuego. Las natillas son fáciles de preparar si leemos con atención las instrucciones del paquete de harina de maíz.
No he querido daros medidas, porque en realidad todo depende del tamaño del recipiente, que si es más grande os admitirá más capas, pero siempre debéis terminar con la de mantecado. Así es que concluimos con la capa de mantecados y cubrimos totalmente con azúcar glas. Como adorno colocamos una granada en el centro hecha con un molde de papel y la cubrimos de canela. Retiramos el molde y ya tenemos la Cuajada de Carnaval.
Conservar la Cuajada en el frigorífico, y mientras os dure apreciaréis que cada día que pasa está más buena.
Mucha literatura, para un dulce tan simple como yo lo hago, y hablando de literatura me contaron una vez que llegó a Granada en el año 1913 Doña Emilia Pardo Bazán y que se quedó impresionada al degustar este dulce, tanto es así que habla de él en uno de sus libros.