El lado bueno del sargazo.
Desde hace algunos años entre finales de primavera e inicios del verano el tema se pone de moda. El sargazo, una macroalga arriba a las playas del caribe mexicano cambiando la imagen de aguas turquesa y arena clara por una mucho menos atractiva para la recreación humana. Así, el gran temor de todos (sobretodo del sector turístico) es que las paradisiacas playas del caribe mexicano se conviertan en playas de agua turbia con olor pestilente.
Ya Cristóbal Colón sabía de la existencia de esta macroalga, fueron los portugueses los que la nombraron por su semejanza con el racimo de una especie de uvas. Tan conocida que para los marineros de la época era un problema cruzarse con el mar de sargazo donde la gran concentración de algas forma bosques marinos en donde el agua es calmada y sin corrientes y propiciaba que los navíos quedaran atrapados.
Y es que no todo puede ser malo con esta alga, es la misma naturaleza la que la produce. Y es que mientras en las playas del caribe mexicano se gastan millones de dólares desde hace poco menos de una década en tratar de eliminarla, en el golfo de California se busca la conservación de los bosques de sargazo.
¿Por qué?
Resulta que aunque el sargazo es enemigo del turismo, también es hábitat de muchas especies marinas. Tortugas, Hipocampos, Cangrejos, Anguilas, Peces, Algas etc… Muchas de ellas en peligro de extinción. Se trata del primer eslabón de la cadena alimenticia para especies endémicas mexicanas como el pez azul de cortes o especies amenazadas como el pepino cafe.
Muchas especies explotadas en la pesca comercial pasan parte de su ciclo de vida en los bosques de sargazo, ejemplo de ello cabrillas, dorado, langosta, pargos, pepino de mar, pulpo. Por lo tanto el sargazo también es de importancia para la actividad pesquera.
No solo eso, la presencia de sargazo provee nutrientes para la arena de playa, evitando su erosión.
¿Cual es el problema entonces?
En principio el problema es económico; los empresarios del turismo temen una reducción significativa de sus ingresos ante la mala imagen que da el sargazo. Si, esos mismos empresarios a los que no les importa mucho acabar con manglares, arrecifes y áreas de vital importancia como las zonas de desove de tortugas.
Esos mismos que asumen que las playas son privadas y no temen en tirar sus residuos y desechos al mar.
Segundo, como todo en este planeta (incluidos los seres humanos) el exceso es malo, no cabe duda que la gran cantidad de sargazo que crece día a día en el atlántico puede tener consecuencias terribles para ecosistemas locales como los arrecifes de coral.
Tercero, como pésimos estrategas se está tratando de solucionar el problema contratando cientos de personas para recolectar el sargazo sin tener mucho cuidado de llevarse entre las manos toneladas de arena.
¿De dónde viene tanto sargazo?
Hay poca investigación acerca del sargazo, pero en lo que los expertos coinciden es en que en su mayoría las causas pueden rastrearse en la contaminación y el cambio climático.
Toneladas de residuos orgánicos procedentes de todo américa y áfrica constituyen una valiosa fuente de abono para el sargazo, el fertilizante utilizado en la agricultura, vertido en ríos y tirado al mar ayuda aún más al rápido desarrollo del alga.
El cambio climático ha provocado cambios significativos en la temperatura de los mares, factor que también ayuda a que el sargazo prospere. Al final, ya sabemos que la especie que mejor pueda adaptarse a las nuevas condiciones del planeta será la triunfadora.
¿Sera que podemos acabar con el sargazo?
Definitivamente tratando de recolectar todo el sargazo no vamos a lograr nada, el alga siempre logrará vencernos.
Probablemente hay poco tiempo para actuar, se debe mejorar el tratamiento de los residuos y no solo tirarlos al mar fingiendo que no pasa nada.
¿Qué opinas tú?