Hasta ahora, los estudios para establecer ese "mejor día" para concebir eran trabajos prospectivos que analizaban la temperatura basal o los cambios hormonales pero, según los autores, ninguno ha podido fijarlo de manera "oficial". Además, los estudios establecían las posibilidades de ovulación más que las de concepción propiamente dicha. Actualmente, la herramienta que se utiliza para determinar cuándo una mujer se ha quedado embarazada (y, por lo tanto, la fecha estimada de parto) es la biometría fetal básica pero, según los autores, "este método continúa siendo una observación indirecta de la concepción y, por lo tanto, puede dar error por variables biológicas en la dinámica del crecimiento fetal". Así, los autores consideraron que hacía falta un estudio que proveyera de valores de referencia a las mujeres que intentarán ser madres, la "implicación clínica" más importante de su trabajo, según subrayan.
Pese a todo, los propios investigadores son conscientes de que este estudio no es auto–aplicable, aunque sí será útil para el ginecólogo que trabaje en planificación familiar. Solo él, utilizando la información complementaria del estudio, podrá definir el día idóneo teniendo en cuenta edad, raza y otras variables. "En lo que a planificación se refiere, considerar las probabilidades de concepción específicas de cada día puede ser más útil que calcular las probabilidades de ovulación", concluyen los autores.
¿Cuál es el mejor día para quedar embarazada?