Una vez de vuelta, su soberano sorprendido quiso saber la razón de tan misteriosa ausencia: "perdido por los cerros de Úbeda me encontré", fue la respuesta del valeroso militar.
Si bien, nos tenemos que remontar hasta el siglo XIII para conocer el origen de su curiosa historia. el curioso origen.
En definitiva: enredarse, divagar o desviarse del tema a buen seguro, supondrá conocer la geografía ubetense en cuestión.
Como curiosidad apuntar, que tal y como se recoge en Don Quijote de la Mancha, también se puede utilizar para referirse a la expresión de una mentira, fábula o falta de verdad. De hecho, Sancho Panza comenta a Dulcinea: “(…) conviene saber: lo del encanto de mi señora doña Dulcinea, que le he dado a entender que está encantada, no siendo más verdad que por los cerros de Úbeda.”