Stevie está atrapada: en su vida, en su cuerpo. Y ahora, en un centro de rehabilitación para jóvenes con problemas alimenticios. Pero lo que es aún peor, está atrapada en el pasado.
A 27 días de que se cumpla un año de la muerte de hermano, todo en su vida parece empeorar. Pero, tal vez, en 27 días pueda solucionar las cosas. Tal vez, en 27 días pueda quitarse ese gran peso que la acompaña a todas partes y así terminar con todo.
Meg Haston nos invita a conocer la vida de Stevie, una joven que no solo está lidiando con un trastorno alimenticio grave, sino que también está intentando encontrar la forma de dejar atrás los errores de su pasado.
Una historia que conmueve, moviliza y nos da esperanza. Porque incluso las peores pérdidas se pueden superar.
Mi alma es más liviana que el papel mientras vuela lejos de su prisión corpórea.
El libro nos cuenta la historia de Stevie, una chica con graves problemas familiares y alimenticios. Estos problemas inician cuando su madre deja a su familia y se acentúan más cuando ella conoce a Eden, una chica que en lugar de ayudarla a superar estos problemas la mete más en el mundo oscuro de los trastornos alimenticios.
Tras un incidente Stevie se declara culpable de la muerte de su hermano Josh y por eso es enviada 27 días a una clínica donde ella tiene un plan para deshacerse del dolor que siente.
A través de flashback iremos conociendo toda la historia que paso para que Stevie terminara así y lo que la llevo a idear su tan drástico plan. Un plan que podría terminar desecho gracias Ana, una terapeuta que tiene mucha importancia a lo largo de la historia.
Mi cuerpo es tanto un arma como una herida
Stevie me ha parecido un personaje muy real, con los típicos cambios de humor que son comunes en los trastornos alimenticios. Quizá de lo único que puedo quejarme es que a veces es demasiado dura consigo misma y eso no le permite ver las cosas tan claras.
Sé que todos tenemos cargas pesadas en la vida, pero no soy lo suficientemente ingenua para pensar que yo puedo cargar los pesos ajenos.
Fuer a de ello la historia me ha parecido muy real y conmovedora, con personajes bien definidos y un mensaje bastante claro.