El asunto de las aerolíneas en México y en muchos países es que es un sector siempre en crisis, es un rubro muy sensible a las crisis económicas y cuando inicia la recuperación de tales crisis hay retraso de esa recuperación en la aviación, además los altos precios del petróleo inciden de manera directa en sus costos de operación.
¿Es prioritario para el país salvar a la aviación, o primero hay que atender al campo y a los obreros?
Si los bancos están en manos de capitales extranjeros, ¿porqué la aviación no puede estar en manos de una línea aérea de otro país, que la pueda operar mejor?
Por supuesto que es deseable que toda empresa mexicana tenga apoyos de parte del gobierno y esta siga siendo de connacionales, y todos tenemos derecho a ganar cada día más por nuestro trabajo, pero ¿cuando es posible y cuando no?
Además en el caso de la aviación, en nuestro país las distancias son enormes, es carísimo para una aeronave tanto las horas en el aíre como en el suelo. Nuestro país no está diseñado para el transporte convencional, se requiere una reorganización de los centros de producción y abasto, de lo contrario el dinero de todos se nos va en pura gimnasia, como se dice en los negocios cuando nos movemos demasiado y no producimos lo suficiente. Un país tan alargado como el nuestro debe tener 5 ó 6 regiones autosuficientes, no solo 3 como existen hoy en día: Monterrey, Bajío y Distrito Federal, y que no son autosuficientes en general.
Además, es necesario que las videoconferencias de negocios se lleven al siguiente nivel, somos muchos los que tomamos vuelos de varias horas para asistir a una reunión presencial que pudo realizarse a distancia, así mismo, alguien debería instituir verdaderas salas de video llamadas donde una familia o algunos de sus miembros puedan ver en pantalla gigante a sus seres queridos del otro lado y viceversa, que se escuche de manera nítida lo que varias personas digan al mismo tiempo, eso ahorraría también en traslados y sería más gratificante la comunicación con familiares, serían las viejas casetas telefónicas llevadas a un nivel actual. Imaginen una sala de 4×4 metros donde una pared sirva de pantalla para observar en tamaño real a tus familiares, y que a su vez ellos también te vean en su respectiva pantalla de cuerpo completo y en tamaño real, sería como poderte tocar.