Desde el auge de las redes sociales y ahora mas después del Covid19 y los confinamientos, son bastantes las personas que por cualquier cosa llamativa que hacen o reunión social que tienen toman fotos y las comparten en sus redes, no esta mal guardar recuerdos, es normal y en parte un privilegio que tenemos en la actualidad teniendo en cuenta que siglos antes eran escasas las personas que podían pagar un retrato, y décadas atrás contar con cámaras fotográficas era muy costoso, y si nos vamos a la antigüedad donde lo mas cercano a una foto era un retrato ay si que menos del 1% de la población mundial podía optar por este privilegio, sin embargo estamos llegando a un punto de obsesión con las fotografías.
Antes las fotos eran bastante apreciadas dado a que los momentos debían ser muy especiales para tomar una y el costo de las mismas era alto, ahora las fotos han perdido toda importancia alguna, ahora literalmente puedes tomarte una foto en cualquier momento del día, ahora cualquier tonto con celular es fotógrafo, cualquier persona que medio sonría es modelo y cualquier cosa que hagan es un evento que se debe conmemorar.
¿Cuál es el problema con fotografiar todo? A nadie lastimas tomando fotografías, sin embargo el problema de muchos es que por estar tomando fotos no viven el momento, no aprecian la gracia del tiempo presente, se la pasan mas viendo una pantalla que apreciando el valor de poder compartir con sus seres queridos o visitar un lugar extraordinario.
Fotografiar todo es una parte de como nuestra sociedad actual se esclaviza con los teléfonos inteligentes, nada peor que permitir que todo tu tiempo sea controlado por una pantalla, esta bien sacarle provecho a la tecnología pero eso no debe implicar que esta quite nuestras libertades.