Si tu me pones mi libro por las nubes,
yo te subo el tuyo al firmamento
El termómetro para prejuzgarlos era:Antes del despegue de internet:
- Premios literarios. Si un libro contaba con algún premio, se le presuponía la calidad. De igual forma que el valor a los chavales cuando entraban a la mili.
- Reseñas de los críticos. La labor de la crítica literaria estaba concentrada en unos pocos, habitualmente periodistas. La figura del crítico literario era algo, hace veinte años, que nos quedaba muy lejos. Sus opiniones eran cátedra. Empecé a dudar de ellos a una edad temprana, cuando para elegir película leía la sección de cine de El Mundo y existían críticos que a una la valoraban con una estrella y otros con cinco (obra maestra). No entendía.
- Publicidad. Si veíamos los libros de forma relevante en las librerías y les acompañaba un gran marketing, dábamos por sentado que