Es una de las estrellas que más brillan en el firmamento artístico de Madrid. El enorme cuadro del Guernica, de Picasso, atrae a miles de turistas cada año a nuestra ciudad, que ansían tener frente a frente a esta descomunal obra que tantas sensaciones despierta. Para ello, han de poner rumbo al Museo Reina Sofía pero ¿Sabías que este cuadro no siempre habitó una de sus salas? ¿Qué sus primeros once años en Madrid, los paso en una ubicación diferente?
El Guernica aterrizó el 24 de octubre de 1981 en la capital de España procedente de Nueva York en un avión que, atentos al dato, llevaba el nombre de Lope de Vega. En mitad de unas medidas de seguridad y de protección excepcionales, la gran obra fue llevada al Casón del Buen Retiro.
Éste edificio del Siglo XVII y uno de los pocos supervivientes que se mantienen en pie del Palacio del Buen Retiro original, fue el hogar del Guernica durante 11 años, tprotegido tras una gran urna de cristal. El 26 de julio de 1992, el cuadro recogió sus pertenencias y se trasladó al cercano, Centro de Arte Reina Sofía. Allí lleva impactando a quienes lo observan desde hace casi un cuarto de siglo, y lo que le queda.
El Guernica, tras una enorme unra de seguridad y vigilado, durante su estancia en el Casón del Buen Retiro.