Aunque pueda parecer que la caspa se debe a una falta de higiene, en realidad su origen más común es el hongo Malassezia globosa. Este micro organismo se encuentra de manera natural en la superficie de la piel de cualquier persona. Sin embargo, si su presencia es excesiva dará lugar a la aparición de la caspa. De hecho se estima que en los afectados por la caspa ocupa el 75% de la superficie del cuero cabelludo.
Este hongo hace que el ritmo al que mueren las células del cuero cabelludo sea mucho más rápido del habitual. Así, en una persona sin este problema la renovación celular se produce cada mes y, por tanto, no llega a verse la caspa. Pero en las personas que lo sufren tiene lugar cada 15 días, lo que genera una descamación excesiva que da lugar a esas molestas motitas blancas.
Champú Anticaspa
Para combatirla lo primero es utilizar productos capilares apropiados. Un buen champú anticaspa debe contener sustancias germicidas, anti inflamatorias y detergentes. Entre los agentes antibacterianos y antifúngicos empleados destaca la piritiona de zinc, que ha demostrado su poder para controlar bacterias y hongos y para ralentizar el recambio celular.