La poda es una operación destinada a mantener el árbol vital, seguro y estético en su entorno
La poda de árboles implican un esquema de intervención preciso:
- Análisis del estado individual del árbol (determinación del estado de desarrollo, posibles daños por poda inadecuada, vitalidad).
- Conclusiones del análisis visual y determinación de los trabajos de mantenimiento.
- Establecimiento de un sitio seguro.
- Primera operación de poda dentro de la copa del árbol.
- Segunda operación de poda realizada fuera de la copa con una plataforma aérea.
- Limpieza de la zona de trabajo y eliminación del material de desecho.
Poda de plantas y arbustos
La poda de plantas y arbustos es una operación que debe confiarse a jardineros especializados, ya que los métodos y el calendario varían en función del tipo de planta en la que se practique y hay que saber cuál es el periodo adecuado para la poda de árboles.
La poda de los arbustos de flor debe planificarse cuidadosamente y depende del tipo de brotación, que puede producirse tanto en las ramas viejas como en las nuevas. Si la poda no se realiza correctamente, los arbustos no volverán a florecer. Los jardineros deben tener un amplio conocimiento de las diferentes especies herbáceas y realizar la poda en el momento y la forma adecuados para favorecer el desarrollo uniforme de la planta.
Poda de árboles medianos y altos
La poda de árboles medianos y altos consiste en recortar las ramas muertas y ordenar la planta para que pueda crecer de forma constante y frondosa.
La poda de los árboles facilita la aparición de nuevos brotes y protege la planta de las enfermedades al eliminar el tejido muerto, que es la puerta de entrada de insectos y plagas. Los jardineros también prestan especial atención a la forma del follaje, sobre todo de los árboles jóvenes, para orientar mejor su desarrollo.
Poda de árboles ornamentales
Se suele decir de los árboles ornamentales que «la mejor poda es la que no se ve». Esta definición, que puede parecer una paradoja para los no iniciados, es un concepto fundamental que un buen podador debe tener siempre presente. De hecho, el éxito del trabajo depende de esta directriz, tanto en términos de estética como de salud del árbol.
La principal razón para criar y cuidar árboles en los jardines es su valor estético, representado por la armonía natural con la que crece y se desarrolla, empezando por el tronco macizo, que se divide en grandes ramas, de las que a su vez se ramifican ramas jóvenes y flexibles.
Reducción de la corona
Si se quiere reducir el tamaño de la copa, para mantener la belleza del árbol se debe tener cuidado de hacer pequeños cortes que no interrumpan bruscamente el desarrollo natural de las ramas.
Cortar las ramas pequeñas también reduce en gran medida los daños causados al árbol por la poda. Los árboles no son capaces de curar las heridas.
A diferencia de los animales, que producen tejido nuevo para sustituir el tejido dañado tras un corte, los árboles reaccionan de forma diferente: dejan la parte dañada del corte, que es fácil de dañar por los hongos de la madera, producen sustancias especiales que impiden la propagación de los hongos de la madera y, a medida que crecen, cierran la zona dañada dentro de la rama.
Es fácil ver que un corte grande tendrá repercusiones mucho más graves que un corte pequeño.
El dominio apical
Otro fenómeno muy importante a tener en cuenta en la poda es la llamada «dominancia apical«. En resumen, el desarrollo de las yemas en el árbol y en cada rama está regulado por sustancias particulares producidas por la yema apical, es decir, la situada en la parte superior de una rama.
Cuando se corta una parte de la rama, hay que asegurarnos de dejar otra yema que sea capaz de ocupar el lugar de la eliminada, convirtiéndose en la «dominante», para no tener un desarrollo descontrolado de las otras yemas y mantener el orden y la armonía en el árbol.
Por lo explicado hasta ahora sobre el funcionamiento de los árboles y su delicado equilibrio, si la exposición en los «años» anteriores ha sido clara, debería ser evidente que cualquier intervención de poda es perjudicial para el árbol.
Mejorar la productividad de los árboles
Una de las principales razones para realizar trabajos la poda de árboles es mejorar la productividad de las plantas. Esto se aplica tanto a la producción de flores como de frutos.
El aumento de la producción de flores y frutos hace que el árbol sea agradable a la vista. Por eso se considera que la definición anterior es la base del buen trabajo.
Un buen ejemplo de ello son los rosales. Si no se controlan, crecerán de forma desordenada. Además, si la planta no se poda durante muchos años, producirá flores cada vez menos vigorosas.
Por el contrario, una poda regular, realizada para fijar el crecimiento de la planta y ayudar a la producción de nuevos brotes, garantizará una floración abundante y exuberante a lo largo del tiempo.
Salvaguardar la salud de las plantas
Uno de los primeros objetivos de la poda es eliminar todas las partes muertas o enfermas. La salud de las plantas está estrechamente relacionada con la productividad.
La poda de las partes muertas o enfermas ayuda a mantener las plantas en condiciones óptimas y a que crezcan bien. Siempre es importante observar y controlar la planta de cerca. Es necesario estar al tanto de cualquier problema que surja en una fase temprana. De este modo, le resultará más fácil actuar con rapidez.
Prevención de enfermedades
La poda evita la congestión de las ramas. De este modo, se consigue que circule más aire dentro de la vegetación y se evitan las enfermedades criptogámicas.
Mejorar la apariencia
Otro beneficio significativo de la poda regular es su atractivo estético. Esto es especialmente cierto para las plantas ornamentales y los arbustos, como los setos. Necesitan una poda frecuente para cumplir su principal objetivo de embellecer los jardines.
En los casos más extremos, los setos y las plantas tienen una forma pesada y regular. En el arte de la topiaria, se trata de conseguir una forma ornamental bien definida.
Controlar el espacio y el equilibrio del ecosistema
Los árboles y plantas sin podar, dejados libres para vegetar, pueden crear problemas. Estos surgen en función del espacio y de la coexistencia de diferentes especies vegetales.
La tierra del jardín o del huerto suele ser más rica que en la naturaleza, debido a la fertilización artificial. Si los árboles y las plantas encuentran un suelo fértil y un camino libre, es decir, sin que otras plantas más fuertes limiten su expansión, pueden literalmente tomar el control.
La poda es necesaria para evitar que algunos árboles o plantas asfixien a otros y alteren el equilibrio general.
La sombra también puede ser un problema. Muchos arbustos que han crecido demasiado, ocupando más espacio del que les corresponde, necesitan ser podados para evitar que obstaculicen el crecimiento de plantas y árboles que necesitan sol.
Otro problema es el de las trepadoras, que tienen tendencia a crecer rápidamente por las paredes. Si no se podan, pueden introducirse en los canalones o en los aleros, provocando un peligro de inundación o daños en la estructura. También en este caso es necesario podarlos para mantenerlos bajo control
Fuente Comunicae
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