Mientras que las sanciones económicas pueden parecer atractivas herramientas para los gobiernos que quieren presionar el comportamiento de un país, es falso que las sanciones puedan lograr el cambio que se busca, mediante las medidas punitivas adoptadas.
Ya en 1997 El “Instituto Person de Relaciones Internacionales” establecía que “la mayor parte del análisis sobre la eficacia de las sanciones económicas sugería que estas tenían una utilidad limitada para cambiar el comportamiento o los gobiernos de los países destinatarios“. De hecho, los estudios desarrollados hasta 2018 (como los numerosos estudios, incluyendo los de la ONU, disponibles en el “Global Policy Forum” ) demuestran que no existen evidencias de que las sanciones económicas sean un instrumento de política eficaz. Sin embargo, el número de medidas de este tipo va en aumento en los últimos años.
Maarten Smeets, especialista de la Organización Mundial de Comercio señala que, por lo general, las sanciones ocasionan costos económicos no solo a los países sancionados sino a todos los países que directa o indirectamente están involucrados en las sanciones, incluyendo a terceros e incluso a los que países que emiten las sanciones.
Por ejemplo, según declaró Detlef Wimmer, en el foro Económico Internacional de Yalta ,las sanciones anti-rusas de EEUU afectaron a Austria y a otros países europeos. Según él, las sanciones tuvieron un gran impacto en la esfera empresarial. “Pero Rusia ha logrado resistir” y Austria no comparte las medidas restrictivas de los Estados Unidos. “Las perdidas ocasionadas por las sanciones ascienden a alrededor de 100 mil millones de dólares“,
Por otro lado, el país sancionado tiende a desarrollar relaciones comerciales con terceros que no forman parte de la coalición de sanciones, lo cual disminuye el efecto de las sanciones pero a su vez altera el flujo corriente del comercio mundial, perjudicando a mercados consolidados causando inseguridad jurídica, etc.
El “Programa de Sanciones de EEUU” y de la UE : Un impresionante inventario.
El “Programa de Sanciones del Tesoro de los EEUU” administra diversos tipos de sanciones. “Las sanciones pueden ser amplias o selectivas, utilizando el bloqueo de activos y las restricciones comerciales para lograr los objetivos de la política exterior y la seguridad nacional”. Actualmente, las más importantes son:
Programas de sanciones activos: Fecha de ultima actualizacion:
Balkans-Related Sanctions 02/03/2017
Belarus Sanctions 10/24/2018
Burundi Sanctions 06/02/2016
Countering America’s Adversaries Through Sanctions Act of 2017 (CAATSA) 12/19/2018
Central African Republic Sanctions 12/13/2017
Counter Narcotics Trafficking Sanctions 04/11/2019
Counter Terrorism Sanctions 04/15/2019
Cuba Sanctions 02/09/2018
Cyber-related Sanctions 12/19/2018
Democratic Republic of the Congo-Related Sanctions 03/21/2019
Foreign Interference in a United States Election Sanctions 09/12/2018
Global Magnitsky Sanctions 11/15/2018
Iran Sanctions 04/15/2019
Iraq-Related Sanctions 12/27/2017
Lebanon-Related Sanctions 07/30/2010
Libya Sanctions 11/19/2018
Magnitsky Sanctions 12/20/2017
Nicaragua-related Sanctions 04/17/2019
Non-Proliferation Sanctions 04/11/2019
North Korea Sanctions 03/21/2019
Rough Diamond Trade Controls 06/18/2018
Somalia Sanctions 07/19/2018
Sudan and Darfur Sanctions 06/28/2018
South Sudan-related Sanctions 12/14/2018
Syria Sanctions 03/25/2019
Transnational Criminal Organizations 10/02/2018
Ukraine-/Russia-Related Sanctions 04/11/2019
Venezuela-Related Sanctions 04/17/2019
Yemen-Related Sanctions 04/14/2015
Zimbabwe Sanctions
Fuente: “Programa de Sanciones del Tesoro de los EEUU”
Pero eso no es todo, la lista de personas y entidades especialmente designadas y sancionadas o bloqueadas tiene más de 6.300 nombres relacionados con los objetivos de las sanciones más generales expuestas en el cuadro anterior. (Aquí puede verse la lista completa, al 17 de Abril de 2019)
También existen otras listas de sanciones que tienen diferentes prohibiciones asociadas, como:
- Foreign Sanctions Evaders (FSE) List
- Sectoral Sanctions Identifications (SSI) List
- Palestinian Legislative Council (NS-PLC) list
- The List of Foreign Financial Institutions Subject to Part 561 (the Part 561 List)
- Non-SDN Iranian Sanctions Act (NS-ISA) List
- List of Foreign Financial Institutions Subject to Correspondent Account or Payable-Through Account Sanctions (CAPTA List)
- Alias Screening for the names on that appear in the Consolidated Sanctions List
Debido a la enormidad de las sanciones y su permanente incremento, el “Programa” nos recomienda “gentilmente” revisar el sitio web “regularmente para asegurarse de que sus listas de sanciones son actuales y que usted tiene información completa sobre las últimas restricciones relevantes del programa”. (Por ejemplo, aquí pueden verse las numerosas actualizaciones de las últimas sanciones a Venezuela, hasta el 14 de Abril)
Por su parte, la Unión Europea ha sancionado en el pasado reciente y/o esta sancionando actualmente a mas de 45 países ,con múltiples sanciones.
Las sanciones y los bombardeos son igualmente inhumanos.
¿Se acuerdan de los misiles inteligentes de la guerra de Irak? Pues bien, en materia de sanciones aún no hay el equivalente a los certeros disparos de los drones norteamericanos en Yemen.
Según James Dobbins, especialista asociado al think tank del Pentágono “RAND Corporation”, ex asistente del Secretario de estado y ex asistente especial del Presidente de EEUU :
Las “sanciones económicas y los bombardeos indiscriminados tienen mucho en común. Son indiferenciados, tienden a dañar desproporcionadamente a los elementos más vulnerables e inocentes de la sociedad, y rara vez tienen el efecto deseado, a menos que se les dé “seguimiento” con una invasión militar”, como en el preludio de las intervenciones de Estados Unidos en Haití en 1994, Bosnia en 1995, Kosovo en 1999, Afganistán en 2001 e Iraq en 2003. etc.
Dobbins se pregunta ¿Qué sucede, sin embargo, cuando la intervención militar fracasa o nunca se aplica? La perpetuación de las sanciones, desvinculadas de cualquier objetivo alcanzable, corre el riesgo de convertirse en puramente punitiva y en una venganza, destinada a castigar a una población sumisa, por la obstinación de sus dirigentes, como en el caso de Cuba, desde la fracasada invasión de 1959 organizada por Estados Unidos o de Siria.
Así, una vez que Obama retiró el apoyo a los opositores a Bashar al-Assad en 2016, se siguió castigando a la población civil, e incluso después, cuando la administración Trump también abandono la exigencia de que Assad renuncie, tampoco hay tregua para las sanciones.
¿Cuándo sirven las sanciones?
Dobbins indica que las sanciones económicas han demostrado tener éxito en la consecución de objetivos que no sean el cambio de régimen, por ejemplo la no proliferación de armas de destrucción masiva.
Las sanciones internacionales lograron obligar a Iraq e Irán a poner fin a sus programas de armas nucleares. Sin embargo, los EEUU se han mostrado incapaces de coronar con éxito sus propias acciones basadas en las sanciones: en 2003, invadieron Irak en busca de instalaciones nucleares, químicas y biológicas inexistentes. En 2017, se retiraron del acuerdo nuclear de seis Naciones con Irán, aun reconociendo que Irán estaba cumpliendo con todos sus requisitos.
Las sanciones como una forma de guerra
Los principios de la “guerra justa” constituyen la base del derecho internacional actual, nos dice Dobbins. Dos de estos principios son particularmente notables cuando se considera el uso de sanciones económicas.
En primer lugar, una guerra sólo puede ser justa si se libra con una posibilidad razonable de éxito. Las muertes y lesiones ocurridas en una causa sin esperanza no son moralmente justificables. En segundo lugar, las armas utilizadas en la guerra deben discriminar entre combatientes y no combatientes. Los civiles nunca son objetivos permisibles.
Para Doug Bandow, ex Asistente Especial de Ronald Reagan, ” la guerra siempre debe ser un último recurso, limitado a la protección de intereses vitales de Estados Unidos. Venezuela no es un serio interés de seguridad. Las sanciones sólo son eficaces para empeorar la situación de los que ya son pobres. Intentar “salvar a la nación” destruyendo su economía y sociedad es una aventura dudosa en cualquier lugar. En Venezuela también parece ser ineficaz”.
La irresponsabilidad inhumana de la clase política norteamericana
Para los políticos estadounidenses, las sanciones económicas son la opción más fácil para chantajear a un pais y estas parecen ser la política “de jure” de las sucesivas administraciones, independientemente de sus efectos. Sin embargo, antes de que se inflijan sufrimientos a poblaciones enteras durante años, quizás décadas, los políticos norteamericanos deberían preguntarse: “¿es probable que nuestros esfuerzos tengan éxito? y si fuera asi ¿merece la pena castigar a todo un pueblo para obtenerlo?”
Dobbins responde: “En el caso cubano, la respuesta es no. La experiencia también sugiere que continuar castigando al pueblo sirio por las supuestas transgresiones de su liderazgo es injustificado sobretodo ahora que cualquier esfuerzo efectivo para poner fin al gobierno de Assad ha sido abandonado”. El fracaso del golpe en Venezuela significa también que debe abandonarse este medio de venganza contra el pueblo venezolano.
¿Qué pueden hacer los países sancionados?
El único país que está realizando una activa campaña de prensa, alianzas y acciones en organizaciones mundiales con relativo exito es Zimbabwe. Es hora de estudiar sus acciones y plantearse la necesidad de una estrategia compartida y formar un frente común con todos los países víctimas de esta guerra económica para enfrentarla de forma flexible con metas a corto, medianos y largo plazo. La impunidad no puede continuar.
¿Que pasara si no se toman acciones?
Aunque suene exagerado, el sistema de sanciones se está convirtiendo en un genuino instrumento de dictadura mundial contra los pueblos y personas que no se someten a los centros de poder o que le desagradan a estos.
De las sanciones económicas que afectan a los DDHH, estamos pasando a la declaratoria de la nulidad de la ciudadanía como base de estos derechos. El Reino Unido ya ha incluido entre sus “sanciones” el quitar discrecionalmente la ciudadanía británica.
El professor Melzer, quien también ocupa la Cátedra de derechos humanos de la Academia de Ginebra de Derecho internacional Humanitario y Derechos Humanos, dijo: “despojar a un ciudadano de su ciudadanía es un tema que me preocupa cada vez más. La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 establece que toda persona tiene derecho a salir de un país, incluso del propio, y toda persona tiene derecho a regresar. “Entonces, ese es un derecho humano básico”. “Si despojamos a estas personas de su nacionalidad, violamos este principio”.
“Si permitimos que esto suceda ahora, entonces vamos a abrir una Caja de Pandora. Los países comenzarán a despojar a las personas de sus nacionalidades porque son opositores políticos u otros motivos . Estamos en una pendiente muy peligrosa.”
22 de Abril.
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