¿Cuán volátil es la izquierda?

Publicado el 23 noviembre 2011 por Paulmontjoy94

Por: Mirko Lauer
PUBLICADO POR LA REPÚBLICA
Es verdad sostenida en algunos sectores que de intensificarse la epidemia de conflictos tendrá como efecto un distanciamiento entre Ollanta Humala y el ala izquierda de su gobierno. Hasta el momento no se percibe nada de eso, pero a la vez es notorio que el gobierno no ha comenzado a enfrentar el problema con la energía del caso.
¿Cuán implicada está esa izquierda oficialista con el panorama de conflictos? No mucho, y en verdad tampoco lo estuvo durante el gobierno pasado, más allá del distante apoyo verbal que suelen dar los opositores a cualquier movilización contra un gobierno. En las propias movilizaciones son más bien infrecuentes las banderas izquierdistas propiamente dichas.
La izquierda oficialista no es la única del mercado, ni la principal. Un partido como el del presidente regional de Cajamarca no es parte de la coalición de gobierno, y los cuadros más activos en las protestas tienden a tener pasados de izquierda, pero parecen actuar más bien como líberos políticos en estos tiempos.
Los cuadros de izquierda en el gobierno actúan de manera parecida. En este caso su compromiso con un proceso que los ha llevado a cargos en el Estado parece pesar en ellos igual o más que las obligaciones de la ideología. Los conflictos no definieron su actuación en el pasado, y menos lo van a hacer en las actuales circunstancias.
Sin duda este pragmatismo de los cuadros de izquierda tiene un límite. Cuesta imaginarlos acompañando un planteamiento genérico de tipo perro del hortelano, pero probablemente tampoco los vamos a ver cuadrándose a favor de todos los conflictos. Lo cual en algunos cargos es además materialmente imposible.
La cuestión aquí es por cuánto tiempo y con cuánta intensidad la izquierda –la oficialista y la de la calle– va a ver a este como su gobierno. Por lo pronto ya hay sectores de la derecha –más la empresarial que la ideológica– que consideran a Humala su presidente y lo proclaman, hasta que se demuestre lo contrario.
Las historias de Alberto Fujimori y Alejandro Toledo, que llegaron al poder flanqueados de equipos de cuadros izquierdistas a los que luego dieron sendas patadas en el poto, es mencionado en estos días. Pero el argumento, que es más bien la expresión de un deseo, obvia que las ideas de Humala no son las de sus predecesores.
En la medida que Humala crea en su programa de avances sociales inclusivo, sin duda va a necesitar cuadros con simpatías naturales por los más necesitados. Esto en el Estado y sobre el terreno, y mucho más en el contexto de los conflictos, que necesitan de la vía consensual para que las soluciones duren.