El Director General de Información Nacional del Gobierno, Alberto Pozas Fernández, presentó el pasado jueves su dimisión. Pozas dimitía tras haberse visto envuelto en el presunto espionaje a Podemos por parte de un sector de la policía durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Del 2008 hasta enero del 2018, Pozas fue director de la revista Interviú.Él fue quien, presuntamente, le dio al excomisario José Manuel Villarejo un pendrive con el contenido de un teléfono móvil sustraído a una ayudante del líder de Podemos, Pablo Iglesias, cuando éste era eurodiputado. El juez Manuel García Castellón le ordenó declarar en el curso de una investigación abierta para aclarar si la policía espió a Podemos por indicación del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Antonio Asensio, presidente del Grupo Zeta, explicó al juez que un pendrive con información irrelevante llegó a la revista Interviú, siendo desechada para su publicación, y que se pusieron en contacto con Pablo Iglesias para ponerla en su conocimiento, pero no con Villarejo. Versión que Iglesias también ratificaría ante el juez.
En el texto con el que Pozas se despide asegura que está “siendo utilizado para atacar al Gobierno y al presidente”, y que eso no lo puede permitir. “Aunque hubo muy poco tiempo para aceptar el puesto que me ofrecían, hicimos un breve repaso de las cosas pendientes que heredaba de la dirección de Interviú, y, en ningún momento, fui capaz de valorar que un asunto que en otras circunstancias podría ser menor, fuera a convertirse en una especie de bomba informativa en plena campaña electoral”, escribe Pozas. “Quienes han creído que podían mezclar mi nombre con la conocida como policía 'patriótica', verán que estaban muy equivocados”, termina el ya exdirector general del Gobierno.El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguraba el pasado día 1 de los corrientes que “las cloacas” del Estado ya no existen en su departamento porque “se han adoptado medidas claras y contundentes” desde que él ocupa este cargo. Grande-Marlaska se refiroó a la investigación sobre “personas concretas, policías concretos con nombres y apellidos” que “hacían utilizaciones fraudulentas de parte del aparato ministerial”, en asuntos como el robo de un móvil a una persona cercana al líder de Podemos, Pablo Iglesias. Este recordó: “El ministro Marlaska dijo que no había cloacas, que lo habían limpiado todo... Pero, ¿por qué ha dimitido su número dos de Comunicación de la Moncloa si todo estaba limpio?” Por su parte, Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, señaló: “Las cloacas nos indignan pero no nos sorprenden, porque sabíamos que existían. Lo que sí nos indigna es el silencio atronador de los líderes del PSOE, del PP y de Ciudadanos, que en un país decente y democrático deberían haber exigido dimisiones y una comisión de investigación depurando todas las responsabilidades de uno de los casos de corrupción más graves de nuestro país. Pero nosotros, que venimos de abajo, si alguna cosa sabemos hacer es resistir. Que lo escuchen bien los corruptos. Porque venimos de pelear cada uno de los derechos y libertades que hemos conquistado, y por eso no tenemos ningún miedo, no tenemos nada que perder”.