En 1971 Anwar Ibrahim y otros miembros recién licenciados del PKPIM se reunieron para discutir sobre su futuro. Anwar propuso que continuasen con su trabajo de revitalización del Islam fuera de la universidad. Se trataba de ofrecer un nuevo cauce a aquellos licenciados que quisieran proseguir su labor de revitalización del Islam después de la universidad. Así fue como nació ABIM (el Movimiento Juvenil Musulmán de Malasia- Angkatan Belia Islam Malaysia en malayo).
ABIM se nutrió básicamente de licenciados procedentes de la clase media, tanto de la UM como de otras universidades. También reclutó con éxito a jóvenes profesionales. Frente al islamista PAS (Partido Islámico Pan-malayo- Parti Islam Se-Malaysia), de tintes más conservadores que pretendía que la islamización de la sociedad debía empezar por el establecimiento de un Estado islámico, ABIM buscaba una islamización desde abajo, que comenzara con un cambio de actitudes de la población.
Doctrinalmente las fuentes de inspiración de ABIM fueron pensadores de los Hermanos Musulmanes como Hasan al-Banna y Hasan al-Hudaybi, y otros como Maududi, Jamaluddin al-Afghani y Rashid Rida. He leído varios testimonios de personas que recuerdan que Anwar Ibrahim tenía una mayor amplitud de miras. No quería limitarse a este círculo de pensadores y estaba abierto incluso a pensadores occidentales. Anwar no teme citar a pensadores no islámicos como Rabindranath Tagore, Sun Yat Sen, José Rizal o Frantz Fanon; si por citar, ¡hasta cita a William Shakespeare!
En estos años iniciales de ABIM una figura que ejerció una fuerte influencia sobre el mismo fue el indonesio Muhammad Imaduddin Abdulrahim. Imaduddin, que había estado muy involucrado en los movimientos para la revitalización del Islam en Indonesia, fue invitado en 1970 por el Ministerio de Educación malasio para ver cómo sus métodos de educación islámica podían aplicarse en el país. Lo primero que propuso Imaduddin fue que se incluyesen temas islámicos en el curriculum de estudios universitarios.
Además de sus labores de asesoramiento, Imaduddin daba charlas a grupos escogidos de estudiantes. Como no tenía un pelo de tonto, se tiraba de cabeza por aquéllos en los que descubría dotes de liderazgo. Anwar fue evidentemente uno de los escogidos. Aparte de su carisma indudable, ambos ya habían estado en contacto en 1967 cuando Anwar en su condición de presidente de PKPIM invitó a Imaduddin a que les diera unas conferencias sobre Islam y modernidad.
Su posición en ABIM, que le permitió ser designado representante para Asia-pacífico de la Asamblea Mundial de la Juventud Musulmana y Director Ejecutivo de la Organización Internacional de la Federación Islámica de Estudiantes, y su relación con el viajado Imaduddin le ayudaron a Anwar a forjarse toda una red de contactos internacionales. Algunos de los pensadores y activistas con los que entró en contacto en estos años fueron Yusuf al-Qaradawi, Reccep Tayip Erdogan (el actual Primer Ministro de Turquía), Ghani Shamsuddin, Nurcholish Madjid y Mohammad Natsir. En 1976 fue invitado por Arabia Saudí para asistir a la Asamblea Mundial de la Juventud Musulmana.
El hiperactivo Anwar aún encontró tiempo en estos años para dedicarse también a otras actividades. Entre éstas estuvo la dirección de Yayasan Anda Akademik, que proporcionaba educación secundaria según el curriculum nacional, adobada con cursos sobre el Islam como modo de vida o sistemas políticos islámicos. La escuela también insistía en que sus estudiantes se comportasen conforme a las enseñanzas del Islam y Anwar contaría después con cierto orgullo que las alumnas que pasaron por Yayasan y continuaron luego estudios superiores fueron las primeras que empezaron a utilizar el velo en las universidades malasias.
Otra actividad fue la de activista social. En 1974 tomó un papel de liderazgo en las protestas estudiantiles contra el hambre y la pobreza en el campo, que fueron desencadenadas por la noticia de que una familia en Kedah había muerto de hambre. Luego se supo que la noticia era falsa. Lo que fue bien cierto fueron los 20 meses de cárcel que le cayeron en aplicación de la Internal Security Act. La lectura del papel e intenciones en este episodio han sido muy variadas. ¿Estaba genuinamente indignado? ¿Sabía que el episodio que desencadenó las manifestaciones era falso? ¿Utilizó el episodio como una plataforma para su carrera política? Como quiera que fuese, su encarcelación hizo de él una estrella, un activista político con el que había que contar.
Anwar fue puesto en libertad en 1976. Su destino parecía ser el de convertirse en el Opositor por excelencia, el tocapelotas a la hegemonía del UMNO. Entonces, en 1982 se produjo un movimiento que causó consternación a muchos de sus seguidores: el Primer Ministro Mahathir le hizo cariñitos y Anwar le respondió “si tú me dices ven, lo dejo todo”. Y, efectivamente, lo dejó.
Nadie ha dudado nunca de las razones por las que Mahathir se atrajo a Anwar. Las elecciones de 1978 en las que participó el islamista PAS por primera vez después de su ruptura con UMNO y se llevó el 15% de los votos, habían demostrado que el islamismo era una fuerza a la que había que tener en consideración. Mahathir debió de pensar que quién mejor que ese líder carismático de ABIM para tener controladitos a los votantes musulmanes. Y no sólo eso. De paso le estaba robando al PAS a un futuro líder potencial, porque eran bastantes los que esperaban que tarde o temprano Anwar asumiese el liderazgo del partido.
Las razones de Mahathir están claras, pero ¿cuáles fueron los motivos de Anwar? Anwar defendió su decisión afirmando que le daría la oportunidad de islamizar el gobierno desde dentro. Muchos sospecharon que lo que le movió fue fundamentalmente la ambición. Se vive mejor cuando se toca poder que cuando se está en la oposición.
Lo cierto es que Anwar se pasó los siguientes quince años tocando poder a manos llenas: 1983, Ministro de Cultura, Juventud y Deportes; 1984, Ministro de Agricultura; 1986, Ministro de educación; 1991, Ministro de Finanzas; 1993, elegido Vicepresidente de UMNO; 1993, Viceprimer Ministro y delfín de Mahathir; 1997, Primer Ministro interino durante los dos meses de vacaciones que se tomó Mahathir. Si su objetivo al pasarse a UMNO había sido tocar poder, había sacado un pleno. ¿Y qué pasó de su otro objetivo, del de islamizar la sociedad? ¿Se le había olvidado en el camino o de verdad se había esforzado por conseguirlo?
Hay que reconocer que colocó en posiciones burocráticas a algunos de sus coleguitas de ABIM. Pero esto tampoco hay que magnificarlo y verlo en clave ideológica: lo primero que hace cualquier político que sube es colocar a los amigos. Con Anwar en el poder, las autoridades malasias desarrollaron una relación de trabajo con ABIM en la arena de las relaciones islámicas internacionales. El gobierno utilizaba las redes de contactos creadas por ABIM, y en cuya formación Anwar había tenido muchísimo que ver, y al mismo tiempo le confería una respetabilidad internacional y asumía como propios puntos de la agenda de ABIM. A la influencia de Anwar se atribuye también la creación del primer banco islámico en Malasia en 1983. También es cierto que en los ochenta se iniciaron una serie de políticas islamizadoras cuyos efectos todavía se dejan sentir. La pregunta del millón es: ¿habrían ocurrido también sin Anwar? Porque lo cierto es que esa islamización fue querida por Mahathir y seguramente habría ocurrido con o sin Anwar. Mi opinión es que Anwar jugó un papel muy importante, pero la batuta la llevó en todo momento Mahathir. Sin el impulso de Mahathir no habría habido islamización.
Para 1990, Anwar, que empezaba a no ser ya tan joven, se había reinventado como un tecnócrata dinámico y occidentalizado, que defendía un Islam reformista, y uno sospecha que la ambición había ido ocupando los recovecos anteriormente ocupados por el idealismo. Luego vendría la crisis financiera de 1997 y el día que la ambición le cegó el buen sentido, le echó un órdago a su señorito y pasó lo que pasó. Pero esa es otra historia.