Nos felicitamos el año nuevo con frases como "peor que este 2020 no puede ser..." No han tenido que pasar nada más que 7 días para demostrarnos que si, si puede ser peor y con esta certeza recibimos a Filomena esa borrasca que ha dejado cantidades de nieve en toda España, donde quizás lo más llamativo haya sido los casi 60 centímetros de nieve en la Capital.
Muchos a pesar de nuestra edad ( ya avanzada) no recordamos una nevada de estas características. A pesar de estar durante una semana anunciando la llegada de Filomena, Madrid se colapsó y cientos de personas se quedaron atrapados en coches y autobuses parados en las autovías haciendo noche, arboles caídos y personas atrapadas en sus lugares de trabajo.
El COVID que no deja de extenderse, la novedad de la nieve y las ganas de hacer lo que en una situación normal hacemos, salimos a la calle a jugar con ella, quedar con los amigos para dar una vuelta y hacer muñecos de nieve unos con mascarilla, otros ni se acordaron de ella.
El caso es que a muchos se les olvido que estamos sufriendo una pandemia que no da tregua, que le da lo mismo que estemos en Navidades o que tengamos la nevada del siglo.
Se nos ha dicho por activa y pasiva las medidas de protección ante el virus, de la misma manera que se nos ha explicado que no saliéramos a la calle porque la preciosa nieve estaría precedida de unas temperaturas excesivamente bajas y se helaría, por lo que el riesgo de accidentes era elevado.
¿ Se hizo caso? Pues no, ni de una cosa ni de otra. En Sol bailando la conga pisando nieve como si no hubiese un mañana, juntitos con las mascarillas bajadas y riéndonos porque somos felices, los mejores y porque además algunas autoridades aplauden esta acción. También se ha salido a la calle innecesariamente y en consecuencia nuevamente los SANITARIOS han visto como los traumatismos por caídas de distinta gravedad se han desbordado ( como somos pocos en los hospitales y están vacios...)
Pero tenemos la piel muy fina y ponemos el grito en el cielo cuando Fernando Simón nos dice que hemos pasado unas Navidades quizás más buenas de lo que hubiese sido deseable y que ahora con el crecimiento del virus tenemos que pagar las consecuencias ¿ como puede decir tal barbarie, echarnos la culpa a los ciudadanos de la expansión del virus?
Seamos maduros por amor de Dios, yo soy critica con los políticos en general ( bueno con unos más que con otros)en la gestión de la Pandemia y en la nevada, pero no podemos excusarnos ni refugiarnos en que para cumplir con lo que ya sabemos todos, porque estamos hartos de oírlo, os lo tienen que prohibir.
También tenemos responsabilidad, ya bastante difícil es mantener esas mínimas normas en circunstancias que se nos pueden escapar como en el transporte publico para que además donde si podemos controlarlo no lo hagamos porque somos "divinos de la muerte"
¡¡Cuando vamos a ser adultos!