El amor obsesivo acabará con toda relación que tengamos con nuestra pareja. El amor llevado hasta esta extenuación acabará por terminar con la paciencia de nuestra pareja o nuestro enamorado, por lo que tendríamos que tener mucho cuidado con pasar la frontera del amor total al amor dañino. Está claro (sobre todo cuando la relación está comenzando) que queremos estar las 24 horas del día con nuestra pareja, y compartirlo todo con ella. Pero de ahí a la obsesión podría ir realmente poco.
Esa fina línea entre el amor como un fuerte sentimiento y la obsesión puede traspasarse con mucha facilidad, sino tenemos cuidado en cuidar realmente la manera en que sentimos y amamos a nuestra pareja. Si sentimos que nosotros mismos o nuestra pareja están sintiendo alguna especie de obsesión en la relación, tendrías que andar con cuidado. El futuro de la relación podría estar en juego, pues podría acabar realmente mal. Deberías hablarlo abiertamente con tu pareja y atajar este tipo de sentimientos que podrían resultar dañinos.
Un amor obsesivo es amor al fin y al cabo, y nadie querrá que al final ello acabe mal. Sólo tendríamos que cuidar de qué forma amamos, pues todo sentimiento, por muy buenas intenciones que tenga, puede ser obsesivo.