El caso Bárcenas lleva semanas, por no decir meses, llenando minutos en
las noticias de todas las cadenas televisivas, igual que siendo portada en la
mayoría de los periódicos de nuestro País.El caso Bárcenas lo monopoliza todo, con el permiso de la Princesa
Corinna y el Duque de Palma, parece que no existe otro caso de corrupción,
parece que este caso de corrupción es el más importante de la historia. Cuando
en España hemos sufrido casos más serios, que seguro están en la memoria de
todos.Y es que, por ejemplo, hay un caso de corrupción en Andalucía, que
actualmente se está investigando por los tribunales de justicia, y del que casi
ni se habla, que muchas personas no conocen, hablo del caso ERE.Sin querer quitarle importancia al caso Bárcenas, que la tiene y deberá
investigarse a fondo, hasta las últimas consecuencias, este no es comparable
con el caso ERE.Y es que Bárcenas, según parece, se limitó a llevarse dinero de
donaciones destinadas al Partido Popular, es decir, aprovechando su cargo de
Gerente, metía la mano en la caja del PP.Nada que ver con lo que ocurría en Andalucía donde, según parece, existía
una trama organizada en la propia administración pública y el Partido
Socialista Obrero “Español”, para destinar ayudas públicas, fondos de la Unión
Europea y del presupuesto de la Junta, a personas cercanas a “la PSOE”, y a
incluir en Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) a personas que nunca habían trabajado en las
empresas afectadas, solo por el hecho de ser familiares y amigos de “la PSOE”.Comparando los importes defraudados (o malversados) hablamos de unos 35
millones de euros en el caso de Bárcenas frente a los 1.000 millones de euros
en el caso de los ERE.¿Y por qué del caso ERE no se habla? ¿por qué pasa desapercibido? Por
ejemplo, la cadena Tele 5, en su programa de los sábados noche “El Gran Debate”,
ha dedicado ya varios programas al caso Bárcenas, y no ha tocado el del caso
ERE; cuanto menos curioso.Me da la sensación de que los casos de corrupción se tratan de una forma
u otra dependiendo del carnet político de su responsable, que no se es
objetivo, que no se atiende a la realidad de la corruptela, sino a la tendencia
política de cada medio.