Una entrada de hoy de Belen en su blog "Una mama sin complejos" me ha hecho recordar un episodio de mi embarazo que me tuvo bastante preocupada gran parte del mismo
Mi embarazo parecía ir bien hasta la semana veinte. La eco de las doce semanas, el pliegue nucal,el triple screening todo había dado dentro de los valores normales y yo disfrutaba de mi embarazo plenamente. Y entonces llegamos a la eco de la semana veinte. Allí que voy toda ilusionada con mi marido ha hacerme la eco dopler y cuando la doctora nos da el informe nos dice que ha visto dos cosas a mi niño, una en el corazón y otra en los riñones, para ser más exactos: foco hiperecogénico en músculo papilar del ventrículo izquierdo y pelvis renal de 3 mm en un riñón y 4 mm en otro. Allí mismo se te cae el mundo encima porque no sabes muy bien que es lo que pasa y lo que es más importante, que es lo que puede pasar.
La doctora que me hizo la eco nos dice que nos tiene que avisar de que seguramente no sea nada pero que son marcadores de síndrome de down y que su obligación es decirnoslo. También para tranquilizarnos nos dice que es bastante normal ver algo así en las ecos y luego se quede en nada.
Con todo el miedo en el cuerpo nos fuimos a ver a nuestra ginecóloga que también nos dice lo mismo, que son marcadores de síndrome de down pero que eso sólo significa que un porcentaje elevado de niños con síndrome de down tiene esos síntomas, no que mi hijo por tener esos síntomas vaya a tener síndrome de down obligatoriamente, más cuando todas las pruebas anteriores han dado bien. Pero el miedo en el cuerpo lo sigues teniendo.
Pero es que había otra cuestión, qué pasa con estas dos cosas que le han detectado ¿son peligrosas en si? En principio lo que tiene en el corazón nos dicen que se suele readsorber sólo y que en ecos en semanas más avanzadas ya no suele aparecer. A mi hijo no se le readsorbio y lo sigue teniendo, aunque como me dijo el cardiólogo infantil que le vio después de nacer es como el que tiene un lunar lo único que mi hijo lo tiene en el corazón, no le implica nada más. De hecho le dio el alta.
Lo que tenía en los riñones era más complicado, se da más en varones, como mi hijo, y suelo durar hasta un año después del nacimiento. Si no se soluciona por si solo puede llegar a necesitar operación. Por suerte, se le soluciono mientras estaba dentro de mi, y en una eco que me hicieron en la semana 32 ya tenía los riñones bien.
Pero yo estuve con el miedo en el cuerpo hasta que mi hijo nació y vi que todo estaba bien.