“No me hagas elegir”
“Ya lo has hecho. Has venido sin maleta”.
Fueron sus últimas palabras, las que no deja de repetirse preguntándose si hizo lo correcto, si tenía que haberle dado una oportunidad al pasado que compartieron.
¿Y si el presente le estaba dando una nueva oportunidad en su futuro?.
Pero no dio el paso, lo dejó marchar, de nuevo.