Cuando el rechazo invade nuestras vidas

Publicado el 28 febrero 2018 por Carlosgu82

Voy a contarles una historia acerca de un hombre que vivía en un pueblo llamado “La Esmeralda”, éste estaba bajo el cuidado de sus abuelos, ya que, cuando era niño sus padres habían tomado la decisión de  divorciarse, y cada uno de ellos tomo un camino diferente, sin importarles el futuro de su pequeño hijo.

Al poco tiempo de sus padres haberse marchado, el niño sufrió un terrible accidente en auto, en el cual quedo imposibilitado de sus pies, este incidente cambio su vida para siempre. Dejo de ser un chico “normal” para convertirse en un inválido. Al menos ¡Era lo que él pensaba!  Pronto dejo de salir a compartir con sus amigos porque comenzó a sentir que ya no podía ser el mismo de antes, no podría brincar, corretear, en fin participar de los juegos a los que estaba acostumbrado a compartir con ellos.

Sumergido en su tragedia, dejo de hacer sus actividades de rutina, y entre quejas, sentimientos de vergüenza, de dolor, de tristeza,  inferioridad, de abandono y de sentir que las demás personas no lo aceptarían, cada día fue creando en su mente pensamientos negativos por la imagen que tenia de sí mismo, aislándose cada día más y más de quienes estaban a su alrededor. ¡Pensaba que ya no servía para nada!

Después de algún tiempo de encierro físico,  a petición de sus abuelos comenzó a salir, a compartir con los que habían sido sus amigos durante años. Fueron momentos de volver a empezar, se sentía extraño y algo desorientado. Sin embargo, al sentir el amor y la solidaridad que le expresaban las personas, inició un proceso de confianza en sí mismo, y a desarrollar otras habilidades que nunca imaginó que tenia.

Finalmente, Reflexionó entorno a todo lo que le había ocurrido: no fue una decisión asertiva excluirse de las personas que lo rodeaban y que le amaban por pensar que por su discapacidad física era diferente a ellos. Entendió que las personas no valen por su condición física, que todos los seres humanos son valiosos y únicos, que las circunstancias no deben determinar nuestro valor, que debemos aceptarnos tal y cual somos, reconociendo nuestras debilidades y fortalezas. ¡Los pensamientos de que no era aceptado solo estaban en su mente!

Muchas veces los seres humanos no tienen ninguna discapacidad física como la del hombre de esta historia, pero quizás han pasado por circunstancias en sus vidas, las cuales le han hecho creer que no encajan dentro de un grupo, se sienten aislados e inferiores a los demás, que no valen y no sirven para nada.

Es importante salir de ese estado emocional, no esperando que otros nos den reconocimiento, sino valorándonos y aceptándonos a nosotros mismos tal cual somos, comparte con la gente que te ama, descubre lo que hay en ti y comunica tu experiencia pero de manera positiva para que puedas ayudar a otros.