Cuando Eva mordió la manzana

Por Gatadormida

"Cariño, si yo solo quería probar un poco... Solo un poco más"

Cada vez que entro aquí, difícil es la vez que no me sorprendéis por las preguntas que me hacéis. A veces me pregunto qué se os pasa por la cabeza para preguntarme ese tipo de cosas, y otras veces pienso qué es lo que debo de provocar en vosotros con mis palabras para que vuestra imaginación haga el resto, para terminar pensando en como reaccionaríais si me conocierais en persona. Seguramente os defraudaría a más de uno, es parte del encanto del mundo anónimo: “nadie sabe nada y no saben si realmente quieren saberlo”.

Hace unos días me hicieron una pregunta por aquí: "si fueses un pecado... ¿Cuál serías?" Repasé cada uno de ellos y pensé cual sería el que mas se ajustaba a mí, así que fui haciendo una lista: Lujuria (... Y placer, ya puestos. Tentadora oferta, pero me conozco y soy selecta, no podría salir a la calle un día y decir: "uno y una tras otro", no va conmigo. Aunque fantasee a veces como la mayoría de vosotros) Avaricia (si muchas veces suelo dar, más que recibir… Prácticamente no podría guardarme todo para mí, después me reconcomería la conciencia para variar) Pereza (estuve tentada por responder esa, en cierta manera me podría pasar todo el día durmiendo, pero algún día de los que he librado y no había nadie en casa, lo probé y acabé cansada de estar sin hacer nada… Soy una persona inquieta y necesito estar en acción como aquel que dice!!) Ira (si, si, cuando me enfado… Mejor quédate lejos, pero soy como la coca-cola, mucha espuma al principio y después poca cosa. Además es complicado sacarme de mis casillas, ser paciente es algo muy malo…) Envidia (mira que me han dicho muchas veces cosas para que envidiase a los demás, pero lo máximo que he llegado es a sentir una “envidia sana” porque me alegro siempre por esa persona) Soberbia (me dicen que tendría que tener más, un poco de egocentrismo y ante poner mi “yo” a todo lo que viene detrás… Pero es algo muy complicado) Y finalmente… Damas y caballeros, llegamos a la respuesta que di, simple, clara, llana y eficaz. Sin duda alguna, un gran aplauso para la… “Gula”.

Cuando era pequeña me costaba comer, según me decía mi madre, así que andaba con cinco años berreando porque no me apetecía dar ningún bocado. Y mira como son las cosas que al llegar a mi adolescencia no dejaba de pensar en ello, porque me sobraban mas de un par de kilitos y la comida siempre es tentadora. Después me refrené a mi misma, sino a estas alturas sería algo parecido a una bola gigante saltarina. E incluso a veces cierro los ojos y digo “hasta aquí” porque sino acabaría por devorar todo. He tenido ataques de “gula” en toda regla, normalmente cuando me siento por los suelos por diferentes razones. Cuando tenía el super debajo de mi casa, la cajera que ya me conocía de otras veces siempre se me quedaba mirando al ver esa misma tarde pasar por delante suyo un surtido de tabletas de chocolate, golosinas, tarrinas de helado gigantes, patatas, galletas dulces y saladas, bollos… Después llegaba a casa y picaba de uno y otro hasta que me saciaba. También he tenido ataques por la noche, en mis sesiones de manta y película de sangre, vísceras y acción o cómica-romántica, he cogido el teléfono y he pedido una pizza, patatas y un helado gigante, del cual nunca quedaba nada o una pequeñísima parte. O bien comida china a base de rollitos, carne, pollo, tallarines, arroz y claro está… Helado, muy importante.

Luego me entraba el sentimiento de culpa al ver que de todo eso quedaba una mínima, pero mínima parte de todo ello. Y vosotros… ¿Qué pecado seríais? (Porque de inspiración hoy andaba un poco mal... Gracias Luis por la idea :)