En las elecciones locales de 2011, el hoy pretendiente legitimista obtuvo poco más del 31% de los votos en la ciudad de Gerona, lo que le convirtió en las lista más votada y le permitió ser alcalde con diez de los veinticinco ediles de la corporación. En su visión épico-romántica de la vida, la gente que acoge al hoy prófugo D. Carles describe aquella victoria como "una ciudad estudiantil con 100.000 habitantes que liberó en 2011 de 32 años de gobierno socialista". Que la liberó. Ese lenguaje. Liberar. Lo mismo que Franco pensaba que había hecho en Barcelona, por ejemplo. Esa basura totalitaria que cree que derrotar a un adversario es "liberar". Los amigos de los neocarlistas...
PS: no fue un gran alcalde. Cuatro años después se mantuvo en diez ediles con apenas un 32% de los votos.