Cuando George W. Bush Jr. es un villano: Lex Luthor presidente.

Publicado el 02 agosto 2011 por Ruta42 @ruta42

En los tebeos de superhéroes no es habitual encontrar sátira, ya que por propia orientación se concentrar en aventuras coloristas y no hay un espacio para más. Pero hace años hubo un hecho que causó cierta polémica, más en los medios especializados que en los generalistas, y es que Lex Luthor llegó a presidente.
Vamos a situar un poco.
Lex Luthor es uno de los personajes más conocidos, ya que desde siempre ha sido el gran enemigo de Superman y por tanto es casi un icono. Primero fue un “mad doctor”, posteriormente un villano más bien colorista y actualmente un empresario capaz de hacer lo que quiera ya que el dinero, poder e inteligencia que tiene se lo permite.
Antes de seguir, y para dar sentido a lo que ahora se contará, hay que hacer referencia a la llegada a la presidencia norteamericana de George W. Bush Jr. en enero del 2001.
El hijo del ex-presidente llegó a tal situación tras una muy reñida batalla electoral con Al Gore, entonces vice-presidente, además de con cierta polémica y oposición de reconocidas personalidades que así lo hicieron saber públicamente, entre los que se cuentan los conocidos actores Viggo Mortensen o Matt Damon y el director Woody Allen.
Esto llegó a un punto todavía mayor en la compañía DC Comics, bien conocida por su labor en el ya citado Superman y en el muy cinematográfico Batman, cuando en ese mismo 2001 el hombre que llegó a ser presidente no fue George W. Bush Jr., en su lugar era Lex Luthor el que se erigía como el líder más poderoso del mundo libre.
 El villano en su encarnación más popular.
A primera vista, y más para alguien que no sea habitual lector de este tipo de historietas, puede parecer algo anecdótico y sin presencia de la sátira en ningún momento, pero como veremos a continuación había más de lo que a primera vista podía parecer.
Desde sus inicios siempre que había aparecido el presidente del gobierno de su país era una representación del que realmente estaba en el cargo, en ocasiones algo plano o sin mayor fondo, pero a fin de cuentas el que era. Esto es algo que siempre se respetó y también posteriormente, pero que en ese momento precisamente cambió.La sátira existente aquí no fue el usar una caricatura o realizar un chiste gráfico con la victoria (que se sospechaba iba a suceder), directamente la crítica que se hizo fue el no mostrarlo en los cómics de la editorial, omitiendo totalmente el hecho de que hubiera ganado las elecciones y dejando de esta forma clara la manera de pensar que allí tenían.
Igual de importante fue el hecho de sustituirlo por Lex Luthor. Quizá lo más lógico hubiera sido el poner a un nuevo personaje creado para tal fin o a uno de los habituales héroes con mallas que pueblan sus páginas. En lugar de eso la decisión fue la de poner a uno de sus más representativos villanos, bien conocido entre los lectores por sus manipulaciones, jugar con las personas, ser alguien sin escrúpulos además de no tener problema en usar (o sacrificar) a nadie si de esa forma logra conseguir el objetivo que tiene en mente.
Así encontramos que ese ficticio mundo de hombres que vuelan y dioses que caminan entre humanos, el reflejo de George W. Bush Jr. No era una versión dibujada de sí mismo, si no un temible malvado en clara representación, además de exageración (de nuevo el tema de la caricatura), de lo que un sector poblaciones opinaba sobre el político en cuestión.