Cuando Heep saltó a la fama

Publicado el 01 octubre 2011 por Bitacorock

Tal vez el año más productivo y suntuoso del historial del rock progresivo, 1973 se abría en la Argentina con suculentas novedades de bandas inglesas que luchaban por imponer o afianzar su lugar en el colorido tapete.

Uriah Heep acababa de conocerse en el país tras la edición nacional de su cuarto álbum, "Demons and Wizards", que comenzaba a posicionar la banda en un puesto de privilegio y como uno de los principales referentes de un particular género del rock.

En la nota de "Pelo" publicada durante ese caliente verano rockero y reproducida debajo, su carismático cantante, el prematuramente desaparecido David Byron, ya paladeaba el sabor del gran éxito en Estados Unidos -que le hacía sombra al entonces favorito local Grand Funk- y se enorgullecía de la música de una banda en la que sus integrantes hacían lo que verdaderamente les gustaba.


"Pelo" Año III
Nº 35 - Febrero 1973
pp. 6 y 7

¡CRISTO! ¿QUÉ ES ESTO?

Hace apenas un mes se editó en Buenos Aires uno de los long plays de Uriah Heep ("Magos y Demonios"); es entonces interesante comprobar a través de esta nota como [sic] un conjunto inglés de segunda categoría (este era su caso hasta ahora) comienza a ser considerado mediante orquestadas giras y promociones en Estados Unidos, paraíso económico de los grupos británicos. Este grupo surge como natural reemplazo ante el desgaste de otros que ya han saturado la plaza norteamericana como el caso de Black Sabbath.

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Charles Dickens seguramente habría permitido que una leve sonrisa se le dibujara en los labios, si hubiera sabido que después de cien años de su muerte uno de sus personajes literarios, Uriah Heep, sería resucitado y usado como el nombre de un grupo de rock.

El Sr. Dickens se habría sorprendido, ciertamente, de saber que ese mismo grupo iba a convertirse en el preferido de los Estados Unidos durante 1972. David Copperfield nunca imaginó que existiera esa vena musical en Uriah Heep.

¿Alguien duda del éxito del grupo? Es muy conocido que muchas bandas inglesas regresan de los Estados Unidos insistiendo con vehemencia en el gran éxito que obtuvieron en ese país, cuando la verdad es que a la mitad les va mal. Por esta causa, cuando Heep regresó a Londres a principios de diciembre tuvieron qua dar pruebas de lo bien que les había ido en Norteamérica.

Estamos en el piso superior del edificio Star Steak House, en la calle Soho, Londres. Un periodista está tratando de conseguir que Lee Kerslake le grite algunas respuestas, Mick Box se mata de risa mientras llena vasos de vino, y el vocalista David Byron, junto con nuestro reportero, se escapan del ruido en un rincón.

Byron tiene toda la intención de que sus respuestas hagan ver una realidad lo menos distorsionada posible, y comenta sobre cómo el disco ("Magos y Demonios") se convirtió en oro, con más de medio millón de ventas; cómo se llenaron los lugares en que se presentaron en su última gira; cómo se vendieron un cuarto de millón de placas de su álbum "The Magician’s Birthday" ("El cumpleaños del Mago"), aun antes de que saliera a la venta.

El grupo está de vuelta en Inglaterra solamente por unos pocos días, para volver a los Estados Unidos en otra gira. Van a presentarse en Nueva York, Chicago, Toronto... la lista es ahora casi interminable. Después de pagar el derecho de piso como músicos de segunda.

¿Se presentan como número principal, o actúan junto con otros músicos?

Byron: "Casi se puede decir que somos el número principal, porque los promotores todavía no saben quiénes son los otros grupos con los que vamos a compartir el programa, todavía no está establecido. El único grupo que se avisa somos nosotros, y las localidades se venden sobre eso."

Parece que a los chicos y chicas estadounidenses les está gustando mucho el grupo. Heep es una banda pesada, pero además de eso es un poco espectacular. Colores, luces, impactos. Los norteamericanos parecen mostrar una insaciable curiosidad por este tipo de recursos, mientras tratan de encontrar bandas que reemplacen a Grand Funk o Sabbath.

Byron, con las dedos llenos de anillos de plata y oro, se ajusta un grueso reloj de oro y observa que Grand Funk Railroad ya están en su camino de regreso, muriendo.

"Al público de los Estados Unidos le gustan los grupos de rock pesado -afirma-. Las audiencias allá tienen dos tendencias: o el suave sonido country de Crosby, Stills, Nash and Young, y los Eagle, o el rock pesado y excitante, o sea música que te haga sentir bien."

Hay gente a la que no le gusta Grand Funk, Deep Purple o Black Sabbath y sin embargo sí Heep. A Byron le es difícil encontrar una respuesta, pero al final resume:

"Somos mucho más melódicos que Purple y Sabbath, después de todo. Tocamos una variedad mayor de canciones."

Algunos periódicos musicales de los Estados Unidos han descrito como sicodélicas ciertas partes del material del grupo.

Byron dice vagamente al respecto: "No sé qué es lo que quisieron decir con eso, porque yo pensé que los días de lo sicodélico habían terminado."

Tal vez sea así, pero la razón de estas afirmaciones puede hallarse en los colores y efectos de las tapas y los temas del último álbum. Hay un pasaje instrumental en el tema "The Spell", que recuerda a de [sic] Pink Floyd, "Atom Heart Mother".

Byron: "Puede ser, sí. A nosotros nos gusta Floyd. Dicen que escucharnos y mirarnos es sobre-excitante. Sentís que vas a tocar el techo a cada instante, porque todo es muy colorido, visual, dramático. Nos dicen arrogantes y nos dicen dramáticos. Y también somos fuertes, pero hay mucho de dinámico en nuestra música."

"Nosotros queremos que todo el mundo salga de la sala donde hemos actuado y diga: 'Cristo, qué era eso?'. Y que los oídos les sigan sonando después de un día. De esta manera la gente no recuerda solamente al grupo, sino a la experiencia que ha vivido. Nosotros queremos que sea una experiencia total."

Así que cualquiera puede interpretar que Uriah Heep puede llegar a ser algo aterrorizante:

Byron: "La gente dice que somos ’atemorizantes’ porque tienen miedo de que alguno se caiga muerto por la excitación.

"Es como un caos organizado en el escenario. Es decir, parece muy caótico, pero de repente todo está muy organizado. En todo momento estamos teniendo la atención de la audiencia con nosotros.

"Yo suelo mirar a la platea y observar cuántos cigarrillos prendidos hay, porque si la gente está prendiendo un cigarrillo, es señal de que no nos está mirando. Nunca observé más que unos pocos cigarrillos, lo que prueba lo que te estoy diciendo."

La música de temas como "The Magician’s Birthday", "Look At Yourself" y "Demons" está concebida en parte con la influencia de Zeppelin, Floyd, Vanilla Fudge y pop-rock. Pero su último álbum es más que nada una re-examinación de la propia originalidad del grupo.

Byron: "Todas las bandas que nombraste son bandas que nos gustan mucho.

"Todo el mundo es influido por escuchar las cosas que le gustan. Si yo estoy escuchando a cualquier otro cantante, desde Ray Charles a Robert Plant, y hay una línea que hace que yo me pare a prestarle más atención, se queda para siempre en algún rincón de mi mente. Y algo de esa línea va a salir a relucir cuando componga algo propio."

De la unidad del grupo, Byron dice: "Si nos separáramos y formáramos grupos diferentes, probablemente fallaríamos. El hecho es que funcionamos como grupo, como este grupo en especial. Uno nunca se pregunta por qué un grupo funciona, porque una vez que te das cuenta es posible que eso que hacía que marchara se evapore. Así que nadie se pregunta nada de eso, simplemente seguimos adelante con lo que verdaderamente nos gusta."