Título original: When Hitler stole pink rabbit
Primer tomo de una trilogía inconclusa en castellano: Cuando Hitler robó el conejo rosa, En la batalla de Inglaterra, A small person far away
Clasificación: Novela realista clásica
Nuestra edición: Alfaguara, 2002, 8€
Valoración: 5 sobre 5
Anna es una niña que vive en Berlín con sus padres y su hermano Max. Cuando la amenaza de la Segunda Guerra Mundial se cierne sobre las familias judías, se ven obligados a abandonar el país porque el padre ha manifestado públicamente su oposición al movimiento nazi y todos corren peligro. Primero viajan a Suiza, después a Francia. A la dificultad de dejar atrás una vida y empezar de cero en un lugar donde son inmigrantes, se une el hecho de pasar de ser una familia acomodada a llevar una vida más humilde, por no hablar de la xenofobia y el problema de desconocer el idioma de su nueva ciudad. En este relato sobre una huida y un proceso de integración, se quiere representar a todas las personas que por razones políticas o económicas se han visto obligadas a dejar su tierra natal en busca de una existencia digna. Todo ello con la figura del viejo peluche de un conejo rosa como símbolo que refleja el paso de la infancia a la edad adulta, de la vida despreocupada y feliz a la toma de conciencia de la situación mundial.
Cuando Hitler robó el conejo rosa es un libro de carácter autobiográfico en el que la autora narra sus propias vivencias con un enfoque adecuado para niños y jóvenes (de hecho, decidió escribirlo para que sus hijos conocieran cómo se desarrolló su infancia). Judith Kerr hace un retrato histórico y social de la época que acerca a los lectores a un período determinante del siglo pasado, en especial a las vicisitudes relativas a los refugiados políticos. Sin embargo, no todo lo que se trata pertenece sólo al pasado, pues se tocan temas como la emigración y el racismo, que se identifican fácilmente con el momento actual. En general, la novela está repleta de escenas que invitan a la reflexión y tienen más fondo del que parece a simple vista, como la pérdida del conejo rosa de Anna. Hay un detalle curioso: lo único que los niños consiguen llevarse de Alemania es un libro de biografías que hasta entonces les parecía aburridísimo; no obstante, cuando vuelven a leerlo en otras circunstancias se dan cuenta de que todos aquellos que han triunfado en la vida tuvieron infancias difíciles, un detalle que les hace adquirir otra perspectiva sobre su situación. Hay que destacar que en medio de tanto dolor también hay un lugar para los sentimientos buenos que dan un poco de esperanza y evitan que el libro se convierta en un dramón. Por último, la historia está narrada de forma amena, con descripciones concisas y buen ritmo.