Páginas: 270
ISBN: 9788420464404
Precio: 8 €
Judith Kerr
¿Qué tuvo de particular la niñez de Judith Kerr? Si os habéis fijado en la fecha y el lugar de su nacimiento, os podéis hacer una idea: a los diez años tuvo que marcharse de Alemania junto a su familia porque su padre estaba en peligro tras criticar duramente al gobierno nazi. Primero viajaron a Suiza, más tarde se instalaron en Francia, aunque su destino definitivo fue Inglaterra (de hecho, ella ha escrito sus libros en inglés, no en alemán). Todas estas experiencias se reflejan en su obra, como comprobaréis más adelante. Además, Judith Kerr trabajó como enfermera, hasta que entró en la BBC de la mano de su marido, un prestigioso guionista. También ha escrito e ilustrado varios cuentos infantiles, entre los que destacan El tigre que vino a tomar el té y una serie sobre un personaje llamado Mog.
Sinopsis
Impresiones
Ahora puedo deciros que su argumento me parece precioso, pero cuando de pequeña me llamó la atención lo desconocía por completo. Entonces no había Internet ni teníamos los recursos de ahora; lo que hacía era tomar nota de los títulos a partir de las listas de la colección que aparecían al final de algunos libros, y pedía que me regalaran alguno de ellos por mi cumpleaños y demás festividades. Desconocía el tema de los libros que apuntaba, así que las razones por las que apuntaba uno u otro eran muy básicas: como a casi todas las niñas, me gustaban los peluches y el color rosa, de ahí vino mi interés por Cuando Hitler robó el conejo rosa. El caso es que, pese a no pertenecer al grupo de historias realistas con protagonista femenina que tanto me gustaban (y me gustan, la cabra tira al monte), me encantó, y no dejo de maravillarme por esa casualidad que me hizo llegar hasta esta joya.
Dicho esto, la novela narra un relato sumamente interesante. Los asuntos crueles y ligados a determinados periodos históricos tienen miga de por sí, y en este caso el tema está enfocado a la inmigración y el hecho de abrirse camino en otro país. Anna y su hermano estaban acostumbrados a vivir despreocupadamente, como cualquier niño, y se ven obligados a crecer de golpe por las circunstancias. El conejo rosa de peluche no deja de ser una metáfora de dejar atrás la infancia y adentrarse en la adolescencia (etapa difícil donde las haya, y más con la vida de estos chavales). Hay otros elementos simbólicos, como un álbum de personajes famosos que consiguen sacar de su país. Al principio les parecía aburrido, pero luego les sirvió para aprender que las personas importantes tuvieron que sufrir mucho en sus vidas. Son pequeños detalles que quizá a primera vista pasan desapercibidos para el joven lector, por ese conviene comentarlo con los padres (o incluso en clase, ya que a veces se ha utilizado como lectura obligatoria). Por otro lado, estas cositas con múltiples lecturas son las que dan satisfacción a los adultos, así que os pido que no lo ignoréis de inmediato por su catalogación.
El estilo, como se puede suponer, es sencillo y ameno, consigue enganchar desde el principio y no aburre en ningún momento. Recuerdo que cuando lo cogí por primera vez me pareció largo al lado de sus compañeros de colección (tened en cuenta que hablamos de literatura infantil-juvenil), y aun así lo devoré rápido de lo mucho que me metió en su trama. Es de admirar que Judith Kerr, sin ser escritora, haya sabido conectar tan bien con el público joven.
En general, si tuviera que hacer una lista de lecturas imprescindibles, seguro que Cuando Hitler robó el conejo rosa se encontraría entre ellas. Todo en él tiene valor: las motivaciones de la autora al escribirlo, la historia que narra, las metáforas, el modo en que acerca las dificultades de una época a los niños y cómo consigue conectar con el lector. Es una de esas lecturas a las que se puede exprimir mucho jugo, tanto si las lees con doce años como si vuelves a ellas años más tarde. En definitiva, una delicia que todos deberíais descubrir.
Cómo maltratar una buena obra
Hay cosas que nunca cambian: hace poco José Antonio Cotrina (autor de La Cosecha de Samhein, una de las novelas fantásticas juveniles españolas más prometedoras de los últimos años) comentaba que Alfaguara había decidido no publicar la última parte de su trilogía por razones económicas. Yo comprendo que las editoriales son negocios y no siempre pueden moverse por el mundo soñador en el que a menudo vivimos los lectores, de veras que puedo entenderlo, pero me parece rastrero y poco profesional que dejen tirado a un escritor (y a sus lectores) de esa manera, con la saga a medias.Os cuento este rollo porque, hace unas décadas, ocurrió algo parecido con la novela que me ocupa y la editorial Alfaguara: aunque Cuando Hitler robó el conejo rosa es autoconclusivo, Judith Kerr escribió dos libros más en los que seguía relatando sus experiencias. El segundo fue traducido con el título de La batalla de Inglaterra, pero lleva años descatalogado en España. El tercero, A small person far away (la traducción literal sería Una personita muy lejos), nunca llegó a traducirse. La literatura tiene que renovarse y adaptarse a las exigencias actuales; aun así, me parece una lástima que se pierdan estas joyitas. Por si a alguien le interesa leer los tres libros, en inglés puede encontrarlos reunidos bajo el título Out of Hitler time.
Mi valoración: 10/10